En una entrevista con CNN, el secretario de Estado John Kerry dejó en claro que Estados Unidos y la coalición encabezada por el país del norte han cambiado su política y ya no exigen la salida inmediata de Bashar Assad del poder.

Kerry reconoció, además, que las declaraciones originales del gobierno de Obama «por aquel entonces», exigían la salida de Assad como el primer paso. Esa ya no es la política, y ahora, EU ha llegado a la conclusión de que es necesario negociar una transición que tomará un período de tiempo, para evitar «un vacío o una implosión», como sucedió en Iraq después de la invasión norteamericana y el derrocamiento de Saddam Hussein.

«Necesitamos que haya una transición ordenada, una transición controlada, de forma tal que no se teman represalias, pérdida de vidas ni venganzas», dijo Kerry, con el exhorto de que haya un cambio de liderato «en un período de tiempo razonable».

Kerry dejó en claro en esa entrevista con CNN que él ve la participación de Rusia en Siria como una «oportunidad», siempre y cuando los rusos reconozcan que las fuerzas sunitas de la región deben tener su papel en la transición.

Días antes, en otra entrevista con MSNBC, Kerry expresó que visualiza un futuro para Siria unificada y secular. Al referirse a los esfuerzos ruso-estadounidenses de llegar a una transición política en Siria, dijo: «Seguro que en esos principios tan fundamentales en los que pudiéramos coincidir, tenemos que ser capaces de encontrar un terreno común».

En un perfil de los esfuerzos diplomáticos de Kerry en Siria, el diario New York Times destacó que Kerry mantuvo un diálogo constante con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, incluso cuando el presidente Obama había cerrado totalmente todos los canales de comunicación con su par Vladimir Putin.

Fuentes de inteligencia de EE.UU. destacaron esta semana que la reunión frente a frente entre Putin y Obama, en Nueva York, fue producto de los esfuerzos de Kerry y Lavrov, que cobraron una nueva importancia después de la visita de Kerry a Sochi en la primavera para reunirse con Putin y Lavrov. En junio, Putin le llamó a Obama, lo que abrió aún más las posibilidades y llevó directamente a las pláticas en Nueva York y los canales diplomáticos y militares que ahora se han reabierto.