El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, visitó Polonia este miércoles. Este encuentro se vio potenciado luego de la ayuda militar de los Estados Unidos, mientras que las tropas rusas avanzaban en su larga y costosa batalla para tomar la ciudad oriental de Bakhmut.

En este marco, agradeció a sus aliados polacos, quienes proporcionaron armamento vital a su gobierno desde la invasión de Rusia y acogieron a millones de refugiados ucranianos.

Mientras tanto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitaba China después de que él y el presidente estadounidense, Joe Biden, acordaran que tratarían de involucrar a Pekín para acelerar el final del ataque ruso a Ucrania, ahora en su segundo año.

Estados Unidos prometió el martes 2.600 millones de dólares más en asistencia militar para el gobierno de Zelenski, incluidos tres radares de vigilancia aérea, cohetes antitanque y camiones de combustible, lo que eleva la ayuda militar prometida a más de 35.000 millones de dólares.

Según la agencia de noticias rusa TASS, la embajada de Moscú en Washington acusó a los Estados Unidos de “querer prolongar el conflicto el mayor tiempo posible”.

Occidente intensificó la ayuda mientras las fuerzas ucranianas se preparan para montar una contraofensiva en el este contra las fuerzas rusas, aunque no se reveló exactamente cuándo podría comenzar.

España anunció que seis tanques Leopard 2A4 que prometió enviar a Ucrania abandonarían el país en la segunda quincena de abril, más tarde de lo previsto inicialmente.

Otros países de la OTAN, incluidos Alemania, Polonia y Portugal, prometieron enviar un total de 48 tanques Leopard 2 a Ucrania.

El foco del campo de batalla se mantuvo en Bakhmut, una ciudad minera y un centro de transporte en el borde de una parte de la provincia de Donetsk, en gran parte bajo control ruso.

Ambos bandos sufrieron enormes bajas y gran parte de la ciudad quedó reducida a ruinas después de meses de lucha callejera y bombardeos.