El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos y tecnológicos, como internet, telefonía móvil y videojuegos online fundamentalmente, para ejercer el acoso psicológico entre iguales, entre pares.

La característica principal de esta forma de violencia -que se vive en las diferentes comunidades y plataformas donde los participantes de los juegos online interactúan-, es el rango etario, el cual se da entre menores cuando uno de estos atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro durante el transcurso del juego.

Estas acciones son graves. Los padres, generalmente, no le dan mucha importancia al tratarse de un “jueguito”, pero lo cierto es que influye mucho en la autoestima de un gamer.

Las personas adultas no se ven afectadas dentro de este escenario, ya que es muy difícil que se sientan heridos, por no participar o simplemente por no interesarle, pero en los niños y adolescentes está práctica (común en el mundo virtual) hace mucho daño a nivel mental, debido al vocabulario que utilizan hacia la víctima.

Estos ataques que reciben los jugadores, se traducen en un comportamiento violento o agresivo para relacionarse en su vida diaria, asumiendo como normal los malos tratos y las malas palabras que utilizan para referirse hacia otras personas.

La dificultad de esta problemática subyace en la complejidad de tratar el tema. Si resulta casi imposible erradicarlo en la vida real, en el mundo virtual es prácticamente nula la posibilidad de evitar estas acciones.

Es importante la participación de moderadores que estén alerta y baneen (expulsen) a estos participantes agresivos, y los eliminen de las plataformas. Pero aún mas relevante, es la atención que los padres presten a las conductas de sus hijos cuando interactúan en el universo gamer.