En un avance significativo en la prevención de lesiones cerebrales traumáticas, un novedoso protector bucal de alta tecnología ha sido diseñado para atletas y soldados, ofreciendo mediciones en tiempo real de los impactos en la cabeza. Este dispositivo, conocido como el Protector Bucal de Monitoreo de Impacto (IMM) desarrollado por la empresa Prevent Biometrics, no solo actúa como un escudo protector funcional sino que también proporciona datos cruciales para identificar posibles conmociones cerebrales y contribuir a estudios sobre los efectos acumulativos de los impactos.

La comprensión de las lesiones cerebrales ha evolucionado significativamente en la última década, con un enfoque cada vez mayor en la reducción de impactos importantes en la cabeza y la evaluación del riesgo de conmoción cerebral, tanto en el ámbito deportivo como militar, según señala Mike Shogren, director ejecutivo de Prevent Biometrics.

Empresas como Prevent están liderando la carga en el desarrollo de sensores precisos para medir y registrar impactos en la cabeza. Adam Bartsch, director científico de la empresa, destaca los avances tecnológicos que han superado los métodos arcaicos de estudio, como los «artilugios de Rube Goldberg» utilizados décadas atrás.

El IMM, concebido inicialmente en la Clínica Cleveland, se adapta a la boca del usuario y realiza mediciones detalladas, incluyendo fuerza, ubicación, dirección y número de impactos. Estos datos se transmiten a través de Bluetooth para su evaluación, proporcionando una herramienta valiosa tanto para atletas como para soldados.

Prevent está llevando a cabo estudios pioneros utilizando el IMM, incluido un proyecto en colaboración con el ejército de los Estados Unidos para analizar las caídas de aterrizaje en paracaídas. Sorprendentemente, el IMM reveló que aproximadamente el 5% de los saltos resultaban en impactos significativos en la cabeza, una incidencia 30 veces mayor que la reportada oficialmente para conmociones cerebrales en paracaidistas.

En el ámbito deportivo, Prevent está colaborando con World Rugby en un proyecto a gran escala que monitorea a los jugadores, permitiendo a los entrenadores retirar a aquellos lesionados para su evaluación. Otros protectores bucales instrumentados están siendo desarrollados para deportes como el boxeo y el lacrosse.

El futuro promisorio de esta tecnología reside en la capacidad de evaluar el impacto acumulativo de múltiples impactos más pequeños, proporcionando una visión más completa de las lesiones cerebrales.