Cansados de las promesas incumplidas, los trabajadores del Hospital Roque Sáenz decidieron realizar un abrazo solidario al edificio “en defensa del mismo y de la salud pública”. Será este martes 3 de mayo a las 10 en el edificio ubicado en Laprida 5381.

Luego de una asamblea realizada el jueves 21 de abril en el auditorio del hospital, tras reiterar  los reclamos planteados desde hace muchos años, se tomó la decisión de realizar la convocatoria y hacerlo público.

Según argumentan los trabajadores del nosocomio, el deterioro edilicio del Hospital es total, además de la falta de equipamiento técnico y de espacio físico lo que no permite que haya una adecuada atención de los pacientes.

Otras de las denuncias realizadas tienen que ver con la sala de espera en la cual “los pacientes se apiñan para ser atendidos” y la mala calidad de los sanitarios y vestuarios para el personal.

Según informó Pablo Ranzini, personal de mantenimiento del hospital, dialogó con Conclusión y afirmó: “No se dan las condiciones exigidas para el aislamiento en la sala de internación de pacientes, hay un electrocardiógrafo que sólo funciona a veces; en la sala de rayos un aparato está fuera de servicio y otro fue recientemente reparado tras estar varias semanas inoperativo, ambos al borde de su vida útil”. Y agregó: “Esta situación es de larga data, se viene deteriorando permanentemente por la falta de inversión necesaria en el mantenimiento”

En determinado momento las autoridades de la Secretaría de Salud definieron que la estructura del Hospital había ya cumplido su ciclo de vida útil, por lo cual resolvieron la construcción de un nuevo hospital en la zona de San Martín y Circunvalación pero en la actualidad, según informaron sus trabajadores, la construcción quedará paralizada por varios años.

Por otro lado, autoridades municipales de Salud resolvieron la reforma de la maternidad y actualmente se encuentra cerrada.

“Cerraron la maternidad sin preveer con anticipación un reemplazo ubicado en la zona de influencia del Hospital, por lo cual, por razones obvias de cercanía siguen llegando casos de emergencia de la zona sur y una gran parte de la población de Villa Gobernador Gálvez, que de presentar alguna grave complicación pondría en riesgo la vida de las pacientes y su embarazo”, relató Ranzini.

Y en ese sentido, añadió: “Los pacientes actualmente sacan turno y esperan más de tres meses para la atención de especialistas durante el cual se agrava su enfermedad”.

Finalmente, todo el personal del hospital coincide en que estos problemas sólo se pueden resolver asignando presupuesto suficiente y con una política sanitaria que de verdad tenga en cuenta las necesidades de la población.

“Los trabajadores no sólo no queremos ser cómplices del actual mal funcionamiento del Hospital Roque Sáenz Peña, sino que somos los más interesados en defender la salud de nuestro pueblo y a nuestro hospital, el cual no puede prestarle una atención adecuada y completa a la población debiendo derivar constantemente a otros efectores generando demoras y complicaciones en las atenciones que podrían solucionarse en el hospital si se tuviese lo edilicio y el equipamiento básico en condiciones”, sentenciaron.