Por Federico Morel

Durante el proceso de pandemia, las necesidades existenciales de las personas se vieron afectadas tanto por el encierro obligatorio como medida sanitaria, como por los temores de contagio y el miedo a la muerte.

Esta situación dejó expuesta en mucha gente las carencias afectivas, espirituales y económicas que atraviesan a la sociedad en general, por lo que la salida a estos problemas derivó en la búsqueda de un refugio donde existiese algún tipo de contención.

Uno de esos lugares anhelados resultó ser la Iglesia -institución premoderna si las hay-, donde la congregación se realiza para compartir entre los presentes situaciones similares y buscar, bajo el manto (o concepto, que es concepción) de Dios, una respuesta que alivie el vacío que surge ante ciertos cuestionamientos personales. Más puntualmente, la iglesia evangélica ha logrado durante estos tiempos de crisis funcionar como una «segunda casa» para personas que no encuentran una solución a las dificultades que se van presentando en lo cotidiano.

Conclusión entrevistó al pastor Valentín Querini, organizador de uno de los congresos evangélicos más convocantes de la Argentina, para preguntarle sobre estas necesidades que siguen movilizando a la gente en la búsqueda de respuestas a sus males.

Para el pastor, «estamos viviendo una hora muy especial, única. La anterior pandemia fue cien años atrás, por lo que yo creo que esta situación ha sacado a la luz las necesidades del ser humano, no solamente las económicas, las afectivas, las espirituales, creo que todo lo que estamos viviendo ha contribuido a darnos cuenta que necesitamos algo más de lo que tenemos, lo que tenemos ya no nos alcanza y a eso sumamos todo lo que nos empieza a faltar, entonces el vacío se hace cada vez más grande«.

Querini afirmó que estos «son tiempos en los que la gente empieza a (re)encontrar en la iglesia y en Dios no solamente un refugio para estas necesidades, sino la respuesta«.

Durante la pandemia, una de las restricciones que más afectó a muchos «hermanos en la fe» fue el cierre de los espacios religiosos, de las iglesias y los templos.

El referente de la evangélico explicó como encontraron la manera de llegar con el «mensaje» a las personas que lo necesitaban: «Fue una experiencia difícil, porque el templo es nuestra segunda casa y es difícil porque perdemos el contacto persona a persona que no lo puede reemplazar nada. Perder esa congregación no ha sido productivo y ha causado muchos perjuicios en diferentes maneras, pero también, por otro lado, ha abierto la puerta a muchísima gente que no se animaba a acercarse a la iglesia, pero a través del canal de Youtube, de alguna publicación se animó a buscar y hoy están yendo a la iglesia. Entonces, vemos muy perjudicial y lo sufrimos mucho, pero también vemos que de otra manera hizo acercar a mucha gente».

Ahora que la situación sanitaria es distinta y que los encuentros presenciales se pueden llevar adelante, Querini argumentó: «La necesidad es muy grande y uno tiene que estar preparado para recibir a la gente y que pueda encontrar esa respuesta que necesita, porque en Dios está. Entonces, es nuestra obligación como ministros poder llevar a la gente hacia esa salida que ellos necesitan«.

Al consultarle al pastor, quien es un ministro de Dios en su iglesia y reconoce las distintas necesidades que hacen que las personas lleguen hasta ese lugar, sobre el análisis que hace en referencia a estas búsquedas espirituales de la gente, mencionó que «todo el mundo habla de la situación económica la cual es gravísima, pero personalmente lo que veo en la gente es que la mayor necesidad es a nivel familiar«.

«Vemos personas que, aunque económicamente no están bien, sufren más por el deterioro de su familia que por su economía. Estamos viendo una gran carencia a nivel familiar, de paternidad, de principios familiares, de afectos. Las personas llegan necesitadas afectiva, emocional y espiritualmente, y la mayoría de esas carencias se gestan en la misma familia o en la familia que no existe. Esa necesidad suele ser más fuerte que la económica», añadió.

Luego de «encontrarse con Dios» en el templo, las personas van modificando su manera de ver los problemas o los mismos van encontrando un nuevo carril hacia la disolución.

Querini dijo que esto no es casualidad. «Hay una verdad que la biblia aclara y es que Dios se presenta en la vida como padre. La biblia dice que Jesús es el primogénito, el hermano primero de todos nosotros. La biblia encara la relación familiar, la iglesia pasa a ser la familia espiritual del creyente. Por eso se sufrió tanto la no congregación, porque es como no verse con su familia. Entonces hay un contexto de gente que pasa a ser la familia espiritual y un Dios que pasa a ser como padre, como proveedor, como ayudador que a lo mejor no lo encontramos en otros ámbitos», sostuvo el pastor.

AVIVA 2022, «UN ENCUENTRO MILAGROSO»

Sobre el congreso que se realizará el 22 y 23 de abril en las instalaciones del Salón Metropolitano y el objetivo Querini para con el evento, el pastor contó que «el título del congreso es Aviva 2022: entrando en un nuevo tiempo. Creemos que es en Dios en donde vamos a encontrar las respuestas para entrar a este nuevo tiempo. Y creo más que nunca que, así como se hicieron esas necesidades es Dios quien tiene las respuestas. Por eso, es un tiempo especial para acercarnos a Dios y ese es el propósito del evento».

Miles de fieles asisten a este evento todos los años. Al consultarle sobre la impresionante convocatoria de personas que buscan llenar su necesidad espiritual, el ministro religioso concluyó: «Hay un texto bíblico que dice que Dios es el Dios suficiente para todas las necesidades de su pueblo. No hay necesidad que Dios no pueda ayudarnos a solucionar. A Dios hay que buscarlo, si yo me animo a buscar a Dios como eso que es preciado en mi vida, sin dudas lo voy a encontrar. La biblia dice que Dios es galardonador y premia a los que les buscan».