Los recurridos robos y hechos de violencia que se suceden en el barrio Bella Vista de Rosario despertó la preocupación de los vecinos, que reclaman presencia policial en la zona y buscan soluciones a la inseguridad.

En ese contexto, Fernando, dueño de la casa donde trabajaba el arquitecto Sandro Procopio cuando fue asesinado, dialogó con medios radiales y señaló que lo que se vive en el barrio «son hechos de robos cada vez más violentos, seguidos y en un radio muy cercano a la comisaría (NdR: 13ª)».

«El trato que hay en la comisaría es pésimo, por lo general hay una sola persona, no te dan mucha bola y es ir a perder el tiempo porque no van a tener una respuesta», declaró.

Contó además que en la zona «no hay ni un sólo comercio ni vecino que no haya sufrido un hecho de robo en la familia» y que se vive «una ausencia muy grande de la policía». «Eso lo vemos los vecinos y lo ven los delincuentes, entonces ante esa ausencia los vecinos nos metemos cada vez más adentro y los delincuentes avanzan cada vez más, porque saben que no hay presencia policial«.

Pedido de urgencia

Por la seguidilla de hechos de inseguridad, una delegación de vecinos del barrio acudió a la comisión de Seguridad del Concejo Municipal donde platearon que “el crimen de Sandro Procopio marcó un antes y un después, fue lo que rebalsó el vaso”.

Hicieron hincapié en que “la ola de violencia es muy grande” y consignaron que “no hay acción”. Además, marcaron que “vivir a 100, 150 metros de la comisaría no es garantía de nada, es como si estuviéramos aislados de todo” y acotaron que “vemos la ausencia del Estado, por lo que tenemos que ocuparnos, antes que preocuparnos, y cuidarnos entre nosotros”.

“Todo nos parece insuficiente”, precisaron y resaltaron que “se organizan para robar porque no pasa nada”. También indicaron que tras el asesinato del arquitecto Procopio “no se acercó ni el comisario, ni nadie del Ministerio de Seguridad”.

Agregaron que “los vecinos no estamos preparados para evitar los robos, pero hay un abandono institucional”. Asimismo, uno de los vecinos indicó que “yo necesito volver a la vida normal, hace 5 años mis hijos estaban en la puerta de casa hasta cualquier hora. No es normal lo que está pasando ahora”.

Por su parte, otro de los asistentes dijo: “Tenemos que agradecer que no nos maten. No es así”; mientras que igualmente un vecino se preguntó: “¿Cuánto duro si hago mal mi trabajo? Están tapando la mancha de humedad con pintura”.

Una de las vecinas aseveró que “lo importantes es que los nietos puedan volver a jugar en la puerta”; mientras que un tercero sostuvo que “el segundo día que mi hijo iba a fútbol le robaron los botines”, para plantear que “a las 19 ya no hay nadie en la calle».

Respuestas

El concejal Diego Giuliano, titular de la comisión de Seguridad del Palacio Vasallo, indicó que “los vecinos han manifestado su preocupación por una situación que viven desde hace tiempo y en la que no encuentran ninguna respuesta en seguridad. Con el dolor por las pérdidas irreparables y viviendo día a día el temor de salir a la calle, los vecinos buscan formas alternativas a la ausencia del Estado y a la falta de respuestas”.

Seguidamente acotó: “Los vecinos no dijeron ni que se van armar ni que van a agredir a nadie sino todo lo contrario. Manifiestan que están dispuestos a luchar con el diálogo y exigen medidas concretas que terminen con la odisea de vivir cotidianamente frente a riesgos que pueden prevenirse con una adecuada política de seguridad”.

El Concejo va a acompañar esta lucha solicitando mayor presencia policial y patrullaje para el barrio, mayor iluminación y la ampliación de la zona delimitada para la Policía Comunitaria a la seccional 13ª. Esta comisión también va servir de puente entre los vecinos, las autoridades policiales y los responsables locales y provinciales en el área de seguridad para brindar respuestas a las medidas que el barrio demanda y para realizar un seguimiento de los compromisos asumidos en el Observatorio de Seguridad”, dijo finalmente el edil Giuliano.