Por Graciana Petrone

La venta en farmacias del autotest para detectar SARS-CoV-2 parece estar cada vez más cerca. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó a mediados de esta semana el uso de cuatro testeos de autoevaluación, mientras que la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona, había anunciado a fin de 2021 que los dispositivos estarían disponibles para la comunidad a mediados de enero de este año. Las entidades que representan a bioquímicos de todo el país expresaron su preocupación al respecto.

En diálogo con Conclusión, Sandra Álvarez, presidenta del Colegio de Bioquímicos de la 2ª Circunscripción –que engloba a siete departamentos de la zona sur de la provincia de Santa Fe–, amplió acerca de los fundamentos de los profesionales sobre los riesgos que conllevaría el uso privado de estos análisis.

—¿Cuál es la postura del Colegio de Bioquímicos de Rosario y la de todos los demás colegios del país frente a la venta libre del autotest en farmacias?

—Primero tenemos que entender que detrás de la palabra test siempre tenemos a un bioquímico quien es el que tiene la capacidad de reconocer todas las etapas que se presentan en el desarrollo de cualquier análisis. Una de las etapas es la preanalítica, es decir, la toma de las muestras que muy importante. En este caso, en los test que se están haciendo, tanto los rápidos como los PCR, se utiliza mucho la parte del hisopado nasofaríngeo. En ese proceso el profesional que lo hace está capacitado para saber hacia dónde tiene que ir: de la nariz hacia la faringe y sacar la suficiente cantidad de muestra que corresponda.

—¿Qué ocurre con el descarte de los autotest en caso de que la persona que se lo hace individualmente el resultado sea positivo?

—Ese es otro tema fundamental, porque ese material los bioquímicos lo descartamos como residuos patológicos, que se desechan y luego se incineran mediante todo un proceso de control establecido. El hecho de descartar esa muestra en cualquier lugar, también es un foco infeccioso.

—El secretario de Salud municipal Leonardo Caruana habló hace unos días sobre la necesidad de que los datos que llegan al Sistema Integrado de Salud Sanitaria Argentino (Sisa) sean cargados correctamente…

—Justamente, porque otra de las cosas esenciales es la de ver la trazabilidad que presenta el equipo, el cual tiene controles y demás herramientas para poder determinarlo y cómo realizar la notificación para la vigilancia epidemiológica. Que esa información que llega al Sisa sea fehaciente y cargada por un profesional. Si bien se puede ver el resultado, que es más bien orientativo, ese paciente no va a subirlo a la plataforma de Sisa para que el Ministerio de Salud de la Nación pueda ver la cantidad de números que se tiene, tanto de testeos positivos como negativos.

—Desde la mirada de los distintos colegios de Bioquímicos del país, ¿por qué se oponen a estos dispositivos?

—¿Por qué decimos que no a esto? Porque si bien se van a utilizar o se van a poner al mercado equipos en los cuales se puede usar salivas o material de las narinas, hay una cuestión importante y es que, en el caso de que se extraiga la muestra de la parte externa de la narina, corresponde más que se saque de la parte interna. No es simplemente colocarlo y sacarlo. A lo mejor hay que hacer algunas manobras para sacar una mayor cantidad de muestras para que sea representativo, sino no es representativo.

—Cuando dijo que el resultado es más orientativo que diagnóstico, ¿su resultado no es seguro?

—Es que estos test no tienen una comprobación total. Se debe tener en cuenta que, si es orientativo, cuando la carga viral es muy baja no se va a poder detectar un resultado con ese test, por lo cual es preferible que se vayan a hacer un estudio. Los costos del autotest son casi como los de un test rápido, entre 2.500 y 3.000 pesos. Lo que debe hacer para la determinación del SARS-CoV-2 es un PCR. Eso es lo que planteamos. Además, muchas veces le cuesta al paciente ver cuándo es negativo o positivo y eso lleva a que no sea bien manejada la situación.

—La información de Anmat es que el farmacéutico hará un seguimiento del resultado de la persona que compro el autotest, ¿piensa que hay seguridad de que esto se plasme en la realidad?

—Según me comentaron, cuando el farmacéutico vende estos autotest tiene que darle a la persona que compra ciertas instrucciones, le tiene que hacer un escaneo del envase donde está el test, también de su DNI y realmente no se sabe si el paciente va a decir la verdad sobre el resultado del análisis. Además de que van a surgir un montón de dudas porque la técnica es un método de inmunocromatografía que tiene sus inconvenientes si no se sabe leer bien. Muchas veces el paciente no lo puede llegar a ver o puede ser una línea muy delgada, la cual una persona que no está preparada para realizar esa lectura quizás no lo pueda leer correctamente. En cambio, ya el ojo más avezado de un profesional de Bioquímica sí lo va a saber decir.

—Esta semana las distintas entidades que nuclean a los colegios de bioquímicos de todo el país se expidieron mostrando su toma de posición al respecto y una de las argumentaciones era que justamente, los bioquímicos, fueron los que detectaron el virus, como también quienes trabajaron en la fabricación de la vacuna…

—Se hicieron todo tipo de técnicas y pruebas. En el Malbrán, por ejemplo, se están haciendo toda la secuenciación de las variantes de los distintos tipos de SARS-CoV-2, tanto la Delta como el Ómicron y ahora el Camerún. El trabajo fue bastante arduo, en poco tiempo. Hay gente especializada que está haciendo trabajo molecular y es la que más conoce sobre virus: grupos virólogos e infectólogos se han puesto a trabajar y conjuntamente con eso han sacado lo que es el antígeno, que sería la espícula del virus y con esa espícula pueden entrar a la célula. Por eso insisto que para hacer una toma de muestra debe ser una toma tal para que aquel que está capacitado para hacerlo pueda raspar bastante toda la zona para sacar mayor cantidad de material.

—¿Esta toma de posición respecto del autotest es adoptada por todos los colegios del país o hay entidades que tienen otra forma de pensar?

—Todos los colegios de Ley de la Argentina coinciden con esta postura. También una de las bioquímicas de Buenos Aires, Mariel Alexander, sostiene que no va a tener mucho valor porque dice que en otras partes del mundo se está utilizando menos de un cinco por ciento.

—¿Si es más bien orientativo entonces su resultado no servirá para viajar o cuestiones de ausencia laboral por enfermedad?

—No es admitido. Suele pasar que en esta época del año, con el tema de los viajes y vacaciones, quieren todo lo más rápido posible, porque ya han comprado el pasaje o lo que fuere, y la mejor forma es un PCR, no un autotest. Otro de los problemas es que se lo hagan en su casa y no lo digan, se vayan de viaje igual y estaríamos ante un foco que va caminando y expande continuamente siendo tan contagioso. Agradezcamos que ahora el virus afecta sólo a las vías superiores y no a nivel de pulmón, más la vacuna, ha bajado bastante las ocupaciones de terapia intensiva y se va atravesando un simple resfriado, una rinitis, picazón de garganta y dolores musculares, entre otros, pero también una de las características principales ahora es la afonía. Por eso, el paciente que presente este último síntoma se sugiere siempre que se hisope con un procedimiento de análisis supervisado por un profesional.