Por Guido Brunet

Liz Torres murió en el Hospital de Niños Zona Norte el 1 de febrero de 2020. La niña de 9 años ingresó en la tarde de ese sábado por un cuadro de vómitos y diarrea. Pero un día después la nena murió mientras se encontraba internada.

Finalmente días atrás se conocieron los resultados de la autopsia, cuyas muestras fueron enviadas al Instituto Malbrán y al Cemar para ser analizadas. Ahora la causa, contra tres médicas que trataron a Liz, continuará a través de una demanda civil.

«Causa de muerte: shock séptica por infección invasiva por streptococcus pyogenes«, establece el informe oficial, al que accedió Conclusión.

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El resultado

En relación a la investigación de la causa de muerte de quien en vida fuera Torres, Luz Tiziana, en la totalidad de las muestras extraídas del cuerpo remitidas para su estudio baceriológico se detectó streptococcus pyogenes, con positividad para la portación de los factores de virulencia Spea, Speb, SpeC, SpeG-M apuntando hacia la extrema virulencia de la cepa, siendo factores involucrados probablemente en la agresividad y la tórpida evolución del cuadro. Estos hallazgos son coincidentes con el cuadro de sepsis informado estudios anatomopatológicos efectuados. Asimismo, no surgen de la historia clínica analizada, de las entrevistas tomadas por la Fiscalía a los familiares de la niña y a los profesionales del nosocomio en donde fue asistida, o del examen macroscópico del cuerpo, elementos objetivos para poder determinar con fehaciente certeza el posible foco primario de infección o puerta de entrada del streptococcus pyogenes, tampoco pudiendo establecerse a partir de los exámenes complementarios anatomopatológicos o bacteriológicos, debido al cuadro diseminado presentado al momento del deceso con detección del germen en todas las muestras. Es de destacar que en los estudios bacteriológicos se informa además la detección de herpes virus tipo 6 en líquido cefalorraquídeo de punción lumbar y líquido de punción occipital, no surgiendo signos histopatológicos indicativos de encefalopatía asociada a dicho agente. En la bibliografía consultada hace referencia a que el herpes tipo 6 puede estar presente en el encéfalo de personas sanas, la detección de una PCR + LCR no garantiza su rol etiológico en la enfermedad neurológica, que practicamente el 90% de los niños es seropositivo a la edad de 12 años. Asimismo en los estudios anatomopatológicos del hígado se informan signos histológicos de hepatitis compatible con etiología viral, así como también posibles signos microscópicos pulmonares compatibles con infección viral, por lo que no puede descartarse la participación del herpes virus tipo 6 como agente asociado a la morbilidad producida por la infección viral, por la infección invasiva del streptococcus pyogenes, pudiendo constituirse la patología viral en un serio agravante del cuadro.

Por lo expuesto y con los elementos hasta aquí evaluados, la documental médica remitida, las entrevistas recabadas por la fiscalía actuante, los datos aportados en el Acta de Levantamiento del Cadáver, los hallazgos del exámen autópsico, y los estudios complementarios aportados efectuados a posteriori se determina que la muerte se produjo como consecuencia de un shock séptico por infección invasiva por streptococcus pyognes, no pudiendo determinarse con fehaciente certeza el foco primario de infección o puerta de entrada de dicho agente”.

 

Pedido de justicia

En diálogo con Conclusión, Jonathan Giménez, padre de la niña, comentó: “Ambos informes (Malbrán y Cemar) arrojaron el mismo resultado: mala clínica”. “Los médicos decían que era deshidratación, pero se demostró que fue un cuadro infeccioso”, agregó.

“El médico de parte nos dijo que si a Liz le hubiesen dado antibióticos apenas entró el resultado sería otro. No se preocuparon por atenderla como tendrían que haber hecho. Deberían haberle realizado análisis, que no le hicieron”, destacó Jonathan.

Luego, relató: “Cuando entró, a las 15, le hicieron un estudio de sangre, a las 20 me mandaron a buscarlo y cuando se lo mostré a la médica me dijo que tenía los glóbulos blancos altos, pero que eso no era nada. Y el médico de parte me dijo que eso es un síntoma de un cuadro infeccioso”.

“Saber que se podría haber evitado me da más bronca. Lo que pasó no se va a poder cambiar, pero quiero que haya justicia para que no le vuelva a ocurrir lo mismo a otra persona”, expresó Jonathan.

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¿Cómo fue?

Según el relato del papá, al llegar al hospital de Niños Zona Norte la nena quedó internada en sala intermedia y no le dieron más explicaciones. Ya el domingo, cerca del mediodía empezó a decaer y le subió la fiebre.

Los médicos dijeron que Liz se había descompensado y que habían logrado estabilizarla, pero igual, para mantenerla controlada, la llevaron a terapia intensiva. Minutos después, una de las profesionales salió y dijo que la criatura había hecho dos paros cardíacos y que no lograron salvarla. La familia de Liz realizó la denuncia por lo sucedido y el cuerpo de la pequeña fue llevado al Instituto Médico Legal a fin de practicarle la autopsia y tratar de averiguar qué ocurrió.

Por su parte, el director del hospital Eduardo Casim, calificó de «inexplicable» lo sucedido. “Es difícil explicar el desenlace fatal de este caso”, dijo. “La causa de muerte no la puedo determinar porque la evolución no logra explicar qué fue lo que pasó con esta nena. No tenemos desde el punto de vista médico una explicación”, aseguró.