Adriana Beatriz Pavesi, quien cursa el último año en la carrera de Coach Ontológico Organizacionales en el Equipo para la Comunicación, Interacción y Desarrollo (E.c.i.d), en diálogo con Conclusión enfatizó sobre «la importancia de la buena comunicación en todos los ámbitos en donde las personas realizan diferentes labores».

En ese sentido, la formación esta pensada para todas aquellas personas que deseen incorporar una disciplina alternativa a su área laboral y personal que les permite descubrir una nueva mirada del fenómeno humano para crear desde allí nuevas posibilidades de acción para su vida.

Entre otros componentes para una mejor comunicación existe un sistema de aprendizaje destinado a lograr una mejor calidad de vida y una experiencia de transformación personal y profesional a través de tareas que aumentan la capacidad de aprender y disfrutar mientras revisamos nuestros modelos de comunicación verbal y corporal.

La importancia de la comunicación productiva en los equipos

«Entre los recursos y los resultados en un equipo de trabajo hay un proceso y un tiempo para llevarlo a cabo. En él se observa una fuga de energía debido a la mala comunicación», resaltó Adriana Pavesi a Conclusión.

El equipo de trabajo se constituye para conseguir una mayor eficiencia y eficacia de los recursos humanos. La eficiencia está en los medios y la eficacia en las
decisiones.

«La buena noticia», expresó Pavesi, es que «la comunicación viene a solucionar estos problemas, ya que es el medio fundamental con que cuenta el equipo, para alcanzar los objetivos propuestos».

«Ninguno ha de sentirse superior respecto de los otros. El equipo no es algo rígido, debe tener la suficiente flexibilidad para adaptarse a nuevos desafíos. De la misma manera es dable decir que no existe equipo perfecto».

Relaciones interpersonales

«Para un buen funcionamiento debe haber una buena relación interpersonal. Las actitudes y comportamiento de las personas que conforman el equipo es un elemento fundamental para realizar un trabajo en común. La empatía, el respeto, la paciencia, la tolerancia, la comprensión, la amabilidad, son valores necesarios».

«Aceptar que cada persona es diferente, aceptando al otro como un legítimo otro, que siente y piense probablemente distinto a nosotros. No debemos olvidar que cada uno de nosotros viene con su historia familiar y sus modelos mentales, y en esa variedad están las diferentes interpretaciones. Aceptar al otro como legítimo otro no significa dar de baja nuestros pensamientos y sentimientos, muy por el contrario, significa reconocer en el otro su diferencia a pensar y sentir distinto a nosotros».

Radio pasillo

Algo muy negativo es el radio pasillo, advirtió Pavesi: «Este es muy perjudicial y destructivo para las relaciones interpersonales, dijo la entrevistada a Conclusión y aclaró que  «debe eliminarse, para ello debemos eliminar los prejuicios. Pueden surgir problemas si los empleados conocen noticias reales o no a través de rumores. En este caso se corre el riesgo de que se instale la incertidumbre, inestabilidad y pérdida de confianza».

El ser escuchado

El ser escuchado es una inquietud importante del ser humano. La comunicación descansa en la escucha. La escucha es importantísima en el lenguaje. El fenómeno de la comunicación no depende de lo que se entrega sino de lo que pasa con el que recibe. Decimos lo que decimos y los demás escuchan lo que escuchan. La escucha no escapa al fenómeno interpretativo. Escuchar es percibir más interpretar. Escuchar a otro, significa validarlo como un legítimo otro.

Cuantas más conexiones existan entre las personas que conforman una relación o red de relaciones, mayor será la posibilidad de concebir un futuro diferente. El viejo modelo, a veces actual, tiene énfasis en el mensaje. En esta era el poder está en las relaciones, lo cual indica que no solo hay que generalas, hay que sostenerlas y cultivarlas.

Por último, la bioquímica, Adriana Pavesi, puso énfasis en que «en este viejo modelo emisor-mensaje-receptor, hay cierto autoritarismo, uno habla, muchos escuchan, no se discuten ideas. Falta consenso, y no se tiene en cuenta la relación humana. Somos usuarios de un modelo que no elegimos ni diseñamos. Es un modelo de confrontación, importa quién gana la postura, nunca las relaciones. No existe consideración ni respeto por otro. Cada uno trata de imponerse sobre el otro, concluyó Adriana Pavesi.