Las enfermeras y los enfermeros hoy celebran su día de una forma atípica, con un nuevo desafío pero con la garra de siempre. Estos profesionales se encuentran en la primera línea de batalla frente al Covid-19 y no solo tuvieron que extremar los cuidados, sino que tuvieron que volcarse nuevamente a los libros.

Y por otro lado, desgraciadamente ha tenido que ser una pandemia la que otorgue más visibilidad a la labor que realizan estos profesionales de la salud.

Tal es así que durante la cuarentena la sociedad de todo el mundo ha salido cada noche a los balcones y ventanas a aplaudir a médicos y enfermeras como modo de agradecimiento. Algo impensado sin el coronavirus.

Dicen que la enfermeria es “el arte de cuidar” y eso es lo que día a día miles de hombres y mujeres que se prepararon para ello lo hacen. Sin dudar y con la fuerte motivación de contener al otro.

En época de pandemia, mucho de ellos fueron considerados héroes, pero en realidad son personas, de carne y hueso, pero con una vocación no compatible con el común de los mortales.

Conclusión dialogó con tres enfermeras de la ciudad que contaron cómo viven su día este 2020.

“Esta es una prueba más para nosotras. Es cuidarnos y cuidar a la gente un poco más. Extremamos los cuidados, se puso un consultorio exclusivo para afecciones infecto respiratorias, tuvimos que volver a los libros, volver a saber un poco más”, expresó Miriam Mendieta y reconoció el apoyo de la sociedad que consideró “primodial” para su trabajo.

“La gente es muy amable, muy generosa, siempre hay una palabra de aliento y lo necesitamos porque el estar tan expuestos y en primera línea cuesta un poco sobre llevarlo”, remarcó.

Por su parte, Isabel Benitez contó que la gente las escucha mucho. “Cumplimos un rol de mucha contención, la gente te escucha mucho. El contacto es mayor con nosotras que con los médicos. Los años de trabajo te otorgan eso, que es lo más valioso”, manifestó.

La situación es atípica y el profesionalismo –en este caso- se pone a prueba más que nunca. Olvidarse de todo y salir a trabajar. Así pasó con estas enfermeras que, al igual que la mayoría, admitieron que “han tenido crisis personales” al momento de enfrentar la pandemia.

“Somos enfermeras pero también somos mamás e hijas. Venimos a trabajar y volvemos a nuestras casas siempre pensando que ponemos en riesgo a nuestra familia, eso es algo que todos los días lo llevamos adentro”, coincidieron las tres.