En Rosario hay 3912 locales comerciales que se encuentran vacíos, de los cuales, 383 cerraron en estos últimos seis meses. Así lo determinó un informe de la Concejalía Popular de Rosario en su relevamiento semestral.
El estudio, llevado a cabo por Nire Roldán, determinó que en el último semestre, la tendencia fue negativa, teniendo en cuenta el significativo incremento de locales ociosos que pasó de 3529 locales vacíos en diciembre del 2018 a 3912 en febrero de este año. En tanto, la brecha aumenta comparando los números con el año 2015, cuando las propiedades ociosas eran solo 398.
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Además, según informaron desde la organización, más de 138 esquinas emblemáticas de la ciudad están ociosas, de las cuales, muchas de ellas son históricas. «Siempre se consideró que las esquinas eran posiciones comerciales beneficiosas para una mayor competitividad de los comercios pero la intransigencia de muchos intermediarios y propietarios hizo que muchos de estos históricos comercios de la ciudad deban cerrar sus puertas o mudar su actividad a otros locales comerciales de menor visibilidad», explicó Roldán.
Por tal motivo, se puede ver que en el centro, el macrocentro y las galerías comerciales de la ciudad, el crecimiento de los locales vacíos es mayor.
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«Muchas personas -que hemos detectado- hacen experiencia en pequeños comercios con las indemnizaciones o recursos excepcionales e inician nuevas actividades alquilando pequeños locales, ocupando y mutando hacia distintos barrios o centros comerciales diferentes», argumentó.
De esta manera, los Centros Comerciales de Empalme Graneros, Ludueña, Echesortu, Azcuenaga, Zona Norte y Ayacucho han mantenido su ocupación, donde, -interpretan desde la Concejalía Popular- que la actividad de las entidades intermedias y las acciones del estado municipal y provincial ayudaron a mantener relativos niveles de actividad.
En tanto, en la mayoría de los casos, las causas de cierre más presentes tienen que ver con el alto valor de los alquileres y la indexación de los contratos con abusos excesivos en las modalidades de contratación, como así también el alto costo de las tarifas (luz, gas y agua). Además, los comerciantes denuncian que hay un a profunda imposibilidad de accesos al financiamiento bancario ya que las tasaas de interés resultan excesivos.
