La lucha incansable de los trabajadores del Centro Cultural La Toma por defender el lugar no claudica. Tal como había ocurrido en diciembre de 2015, donde meses después cientas de personas se reunieron en la puerta del establecimiento para mostrar resistencia ante un pedido de desalojo. Todos coincidieron en que el espacio es un “símbolo de la resistencia en Rosario”.

El fondo Sedesa S.A. vuelve a exigir, como ocurrió en 2015, que se cumpla con la sentencia dispuesta en 2001, que obligaba al pago de una hipoteca que data de 1993. Dada esta situación, desde el centro cultural piden que el Estado se haga cargo de la deuda.

Por ello, este miércoles cientos de personas a título personal y en representación de diferentes organizaciones de la ciudad se reunieron en la puerta del establecimiento (Tucumán 1349) para dejar en claro que no abandonarán ese lugar.

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Del evento participaron en apoyo a La Toma sindicatos y organizaciones políticas y sociales como las dos CTA, Sindicato de Cadetes, Empleados de Comercio, ATE, Amsafe Rosario, Luz y Fuerza, Coad, Almaceneros, Ctep, la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie, Campaña por el derecho al Aborto, Hijos, Partido Socialista, Iniciativa Popular, PTS, Coordinadora de Jubilados, entre otros.

También llegaron desde Buenos Aires trabajadores del hotel Bauen (también recuperado) para brindar su respaldo al centro cultural.

En diálogo con Conclusión, el referente de La Toma, Carlos Ghioldi, aseguró que “no vamos a ceder a un puñado de especuladores. Esta solidaridad nos llena con la responsabilidad de defender este lugar hasta las últimas consecuencias. Tenemos la obligación de no irnos”.

En el lugar además de realizarse distintas propuestas culturales, también funcionan programas de la Municipalidad, como de la economía social, unos doce sindicatos, un mercado popular. En total el centro brinda trabaja a unas 200 personas. “Jamás le pedimos un peso al Estado. Este lugar le pertenece al pueblo”, comentó Ghioldi.

“La propuesta es que el Estado se haga cargo de esta deuda”, dijo Ghioldi.

El referente expresó también que “es un orgullo que todos los sectores populares reconozcan que el lugar es un espacio plural, abierto para organizarse y reclamar. Con eso, estos 18 años de lucha ya sirvieron, pero estamos preparados para muchos más, por eso, no piensen que vamos a retirarnos por una cédula judicial”.