Por Candelaria de la Cruz

Desde hoy, las bolsas de plástico desaparecerán de las cajas de los súper e hipermercados de la ciudad a partir de una normativa aprobada por el Concejo Municipal en agosto del año pasado pero que fue lentamente modificada hasta llegar a esta resolución. A pesar de ello, la ordenanza comienza a regir hoy y habrá que ir buscando alternativas para transportar las compras.

Otra de las preocupaciones, además de la de los usuarios, es la de los distribuidores de estos productos que, de alguna u otra manera, parece evidente que podría perjudicarlos en su economía.

En un relevamiento realizado por Conclusión, diferentes representantes de fábricas y distribuidoras de bolsas de polietileno conocidas como “bolsas camisetas” coincidieron en que “las bolsas se van a seguir entregando”.

“La gente va a tomar un poco de conciencia con esta medida, pero nunca va a dejar la bolsa camiseta, es muy difícil”, afirmó un encargado de una empresa fabricante de la zona sur de la ciudad.

Por su parte, Federico, representante de la empresa “Plastipel”, contó que distribuyen a otras localidades en las cuales se ha querido implementar la ordenanza pero que “no funcionó”.

“Por la experiencia que tengo de otras ciudades, no se le termina dando la implementación como estaba acordado. No se terminan anulando las bolsas por completo, al principio se reciente un poco, baja el consumo pero termina volviendo todo a la normalidad”, afirmó Federico.

Y agregó: “Si vos me decís que el ciento por ciento del problema de la basura en la calle se resuelve con la anulación de la camiseta, te digo que sí, puede ser. Pero hoy en día vas a un súper y todo está envuelto en plástico, entonces es muy difícil. El plástico tiene muchas contras porque contamina visualmente, pero tiene la ventaja que mantiene la calidad del alimento envasado desde el origen. Por lo tanto, el plástico resulta insustituible”.

Con respecto a la parte económica, todas las empresas con consultadas coincidieron en la incertidumbre de la normativa, pero que creen que esta iniciativa “no los estaría afectando”.

“Hay mucha gente trabajando detrás de la industria del plástico, tenemos que prestar atención, pero hasta ahora no se han modificado las ventas”, finalizó un encargado de la empresa “Imperplast”.

Lo que originalmente se aprobó

Hay una serie de contradicciones en torno a esta medida. En el mes de octubre del año pasado el Concejo aprobó este proyecto presentado por la concejala María Julia Bonifacio luego de una reunión con varios sectores políticos y empresarios de la ciudad, en la cual se establecía regular el uso de la bolsa de plástico, es decir, que todos aquellos hipermercados, supermercados y autoservicios que entreguen bolsas para el acarreo de sus mercaderías deberían a partir del 1º de abril, realizarlo en bolsas plásticas de tamaño mediano estandarizadas de color anaranjado o negro. Además, comercios entregarían durante el término de un año 4 bolsas gratuitas, como máximo, si la compra de la misma lo amerita. A partir del segundo año se deberían entregar hasta dos bolsas gratuitas por compra.

“El espíritu de esta norma está fundada en educar a la población y generar una reducción del consumo abusivo que hay hoy de la bolsa de plástico. Sabiendo que el producto de la bolsa de plástico es un producto reciclable, por lo tanto el problema no está en la bolsa en sí sino en modificar conductas de hábitos en los ciudadanos”, afirmó la concejala María Julia Bonifacio, con respecto a la decisión tomada por la Cámara de Supermercados.

En ese sentido, Bonifacio aclaró: “Si nosotros las bolsas que usamos de los supermercados la reciclamos, no tendríamos esta contaminación por la cantidad que se usan, por eso la idea es estandarizarlas, bolsas más grandes y más resistentes, lo cual reduce la entrega por parte de los supermercados a un 50% y la gente solo estaría recibiendo las bolsas que necesita para una compra y que habitualmente tiene la capacidad de reutilizarla en su domicilio”.

La idea original constaba de bolsas de dos colores, anaranjado y negro, que según explicó la concejala “iban a tener una finalidad educativa para dar la posibilidad de separar los residuos”.

“Nosotros hemos trabajado esta normativa con muchos sectores, los supermercados, las empresas de plásticos, las ONG’s e incluso con la secretaría de medio ambiente de la Municipalidad y allí se llegó un acuerdo. Pero lo supermercados nos plantearon que no querían entregar más bolsas”, comentó.

Finalmente, luego de un arduo debate la normativa se aprobó, pero no se cumplió por la negativa de los supermercados que vieron en esta iniciativa una posibilidad para ahorrar dinero a costa de los clientes.

“Tenemos que considerar que el mayor uso de la bolsas de súper son para guardar los residuos y si no tenemos esa bolsa, tenemos que buscar una alternativa y es la de la bolsa negra que tiene un costo importante. En definitiva la plata que se ahorra el supermercado con la bolsa camiseta pero que los van a terminar pagando los usuarios”.