Ante la protesta que mantiene un grupo de recolectores informales desde esta mañana frente al Palacio Vasallo para reclamar que se les permita trabajar en los carros, un grupo de recolectores se reunió con ediles.

Del encuentro se resolvió que se estudiará caso por caso la situación de cada persona con el fin de que nadie pierda su fuente laboral.

El pasado viernes entró en vigencia la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre, que prevé el otorgamiento por parte del Municipio de diferentes medios para realizar el trabajo o reconvertir la actividad con programas estatales.

Pero algunos trabajadores no están conformes con la normativa y exigen que se les permita utilizar sus caballos para continuar con su labor. Por lo que este martes organizaron una protesta en el Concejo, donde un hombre incluso amenazó con lastimarse si no se daba marcha atrás con la ordenanza.

A partir de esto, se arregló una reunión con concejales, a la que concurrieron los ediles Norma López, María Eugenia Schmuck y Enrique Estévez.

El objetivo de la reunión fue brindarle una solución mediante una alternativa superadora para la actividad o la reconversión para quienes así lo deseen hacia otro rubro productivo. En el encuentro también se  gestionó una reunión con funcionarios de las secretarías de Desarrollo Social y de Economía Social.