La cuarentena obligatoria ha dado como resultado un aumento de las personas que asisten a buscar las raciones de comidas a los comedores barriales para tener un alimento que llevar a las mesas de sus hogares. Es que en los barrios, la realidad es muy distinta. Los trabajadores pertenecen a la economía independiente o realizan changas. Muchos de ellos son cartoneros o hacen el «día a día» con el cirujeo. Y, al no poder salir a buscar el mango, buscan el alimento en los comedores.

A esta realidad se le agrega el Covid-19, ya que en barrio días atrás se confirmó un caso de una persona contagiada. Se trata de una vecina que trabaja en tres comercios de primera necesidad del lugar. Esto sumado a la lucha de todos los días contra el dengue.

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En cuanto a la situación social que se vive en el barrio del noreste rosarino, los comedores necesitan aumentar la mercadería que le permite atender a tantas personas. Y, por otro lado, tener productos de limpieza y artículos de prevención contra el coronavirus y dengue. Además de la escasez de agua que hay en el barrio.

Conclusión dialogó con Georgina Mansilla, ayudante en el comedor y militante de La Poderosa, quien contó que a raíz de la cuarentena «nuestros comedores triplicaron las raciones. Debido a la cuarentena, muchas familias se quedaron sin trabajo y muchas familias no tienen trabajos formales, viven el día a día de hacer changas, del cartoneo, del cirujeo y sucede que es una dificultad quedarse en casa cuando no tenes para darle de comer a tus hijos».

Al consultarle sobre las herramientas que tienen para sostener el comedor, Mansilla dijo que «nosotros tenemos 4 comedores. Tres acá dentro de Rosario y uno en Baigorria, Lo veníamos sosteniendo. Recibíamos un cheque de $8400 de la Municipalidad, pero no lo habíamos cobrado hasta hoy que nos avisaron que estaba depositado marzo y abril«.

«Con este dinero nosotros hacemos de 120 a 140 raciones, pero en esta etapa la raciones se multiplicaron por tres, son alrededor de 500. El banco de alimentos nos brinda una ayuda, pero son alimentos secos que no tienen todos los nutrientes que debe haber en un plato de comida», explicó la militante.

A raíz de esta situación, desde La Garganta Poderosa organizaron una acción solidaria para poder ayudar de forma intensiva a los comedores de todo el país. «La campaña se llama Contagiamos Solidaridad y quienes quieran colaborar pueden escribir al mail de La Poderosa. A nosotros se nos hace muy complejo sostener el comedor, pero con la solidaridad de la gente a través de las donaciones lo venimos haciendo».

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En Los Pumitas los vecinos están preocupados por la activación del protocolo de emergencia a raíz de la confirmación de un caso positivos de coronavirus. Al respecto, Masilla mencionó que «nos preocupa un montón. Las colas para retirar la comida son largas. Alrededor de 100 personas por turno y necesitamos tener garantizados los elementos de seguridad. Se hace muy difícil porque algunas familias no tienen ni para hacerse un barbijo, muchos menos para comprarse uno».

Al consultarle a la militante barrial sobre que esperan de esta situación, ella dijo que «esta pandemia hace que salga a la luz estos problemas, pero nosotros ya los tenemos hace un montón de tiempo, nosotros la falta de urbanización en el barrio la tenemos hace un montón de años. Con la tormenta del fin de semana muchas familias perdieron todo, ya que se les llueve por que las casas son muy precarias y viven ocho personas en una sola casa de 4×4».

Concluyó: «Necesitamos que, desde el Estado, se garanticen los derechos básicos que se necesitan para vivir dignamente. Luz y agua por lo menos«.