El colegio Politécnico de Rosario amaneció con pintadas que reinvindican la dictadura cívico-militar argentina. Ya que paredes dentro del establecimiento que habían sido pintadas con mensajes en favor de la aparición con vida de Santiago Maldonado fueron intervenidas con consignas nazis.

En el muro que rezaba “30 mil razones para gritar” se agregó la frase: “No son desaparecidos”. Mientras que en la parte donde decía «ni 30 mil, ni inocentes» se incluyó la svástica en mención al genocidio en Alemania.

El Centro de Estudiantes repudió el hecho en un comunicado donde se calificó a los hechos como «intolerantes e irrespetuosas», a la vez que se tildó de provocación este accionar por parte de personas que «avalan la desaparición forzada de personas».

 

El comunicado del Centro de Estudiantes del Politécnico

Qué el árbol no nos tape el bosque (que nunca lo haga):

Estamos en tiempos más que agitados, no hace falta que lo digamos, pero nunca está de más aclararlo. No estamos en condiciones de afirmar si es que la inescrupulosa campaña electoral fue la causa del clima en el que estamos inmersos, o es sólo un reflejo de una sociedad que se olvidó de los matices, de las cuestiones más básicas y primarias, que hacen a cada persona que habita nuestro país.

En el Politécnico no estamos ajenos al clima de época, hace tiempo que vemos como de a poco, todas las discusiones que ya estaban saldadas se están volviendo a abrir, y no desde nuevas aristas que no se hayan tenido en cuenta antes, sino con posturas y planteos que ya vivimos y sufrimos en el pasado.

Desde comentarios en los pasillos hasta pintadas en las fachadas, nos hacen pensar que se abrió un «vale todo» donde la vida de las personas, el respeto por el simple hecho de ser humanos, ya no son moneda corriente.

Que se hagan pintadas reivindicativas de la última dictadura militar, sobre un mural pintado por estudiantes, en la fachada de una escuela, no es poca cosa. Hace años que sostenemos que las escuelas no son fábricas de trabajadores ni mucho menos, las escuelas forman personas, seres humanos, que tienen que salir de las mismas, sabiendo respetar a sus pares, poner el valor de la vida humana por sobre la ideología política que cada uno pueda tener. Este tipo de actitudes, intolerantes y por sobre todo irrespetuosas, las vemos como provocaciones que vienen de personas que, por acción u omisión, avalan la desaparición forzada de personas. No vamos a caer en esa lógica, no es propio de una Comunidad Educativa, a todas estas acciones vamos a responder con más amor, más actividades, más diálogo y más debate.

Es por esto que en medio de la vorágine, con medios de comunicación que desbordan de intolerancia y replican con una liviandad indignante los comentarios más miserables que puedan salir de una persona, en muchos casos referidos a vidas humanas, llamamos a la sociedad toda a reflexionar.

No creemos que esta sea la única forma posible de interactuar con nuestros vecinos, compañeros, familiares… creemos que es parte fundamental de la vida democrática de un país saber respetar. Y es eso lo que hacemos día a día en el Politécnico, enseñar a respetar los derechos humanos como principio fundamental y seguir sosteniendo años después las banderas de la memoria, la verdad y la justicia por los 30.000 desaparecidos que se cobró la última Dictadura Cívico-Militar.

Centro de Estudiantes Politécnico