El Padre Pepe Di Paola, uno de los denominados “curas villeros” por las zonas en que realiza su trabajo, desde hace muchos años tiene en claro que su misión es ayudar a los más necesitados, a quienes viven alejados de las más básicas urgencias, pero también de la mirada de parte de la sociedad y la dirigencia política.

Actualmente se encuentra al frente del Hogar de Cristo, un programa de recuperación de la adicción a las drogas de la Parroquia Virgen de Caacupé del barrio porteño de Barracas. Antes estuvo trece años a cargo de la villa 21 hasta que a fines del 2010, cuando él y otros sacerdotes difundieron un documento para denunciar la venta de droga en las villas, los narcos le hicieron saber que debía irse del lugar.

Así, el padre ‘Pepe’ recaló en Santiago del Estero. Y la misa de despedida en su honor fue presidida por el aquel entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. Francisco es un referente para él.

Tras su vuelta a la provincia de Buenos Aires en diciembre del 2012 retomó sus funciones en la Capilla de Nuestra Señora del Milagro, en Villa La Cárcova, Municipio de San Martín.

Desde allí asiste junto a sus colaboradores a los 18 mil habitantes, 57 villas, 91 asentamientos. Dirige un centro de rehabilitación barrial, el Hogar de Cristo, y pelea por la inclusión de los adictos recuperados.

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Este martes el padre Pepe visitó Rosario en el marco de una charla sobre deporte, violencia y drogas en los barrios. La jornada se realizó en la sede de la UOM local y el religioso estuvo acompañado por los diputados nacionales Luis Contigiani y Silvina Frana.

Conclusión dialogó con el cura, quien se expresó en contra de las políticas económicas que se llevan a adelante desde Cambiemos y mencionó que “desde la villa vemos un panorama complicado y donde realmente prevalece la changa, estamos en crisis y preocupados”.

Al consultarle sobre cuáles son los sectores más afectados, el padre expresó que “no soy un economista, pero en las villas donde yo trabajo se vive con cierto dramatismo, inclusive aquellos que tienen trabajo tienen una preocupación muy grande por seguir teniéndolo”.

Vemos también que mucha gente volvió al rubro del reciclado. En el lugar en donde yo vivo los recicladores ya están cooperativizados y hacen su trabajo desde hace tiempo, pero gente que había dejado el carro, hoy volvió a tomarlo”, agregó Di Paola.

Consultado sobre si cree que el Estado se retiró de las villlas y de los lugares donde la gente necesita más presencia y contención desde el aparato estatal, Di Paola dijo: “Las políticas de este tipo, no son las políticas que, desde la doctrina de la Iglesia, son las correctas. Así que en términos generales no podemos coincidir con este tipo de planificación, así que cualquiera que entienda de la doctrina de la Iglesia se va a dar cuenta que no tiene nada en común con la propuesta que pueda dar el capitalismo”.

Sobre su relación el Papa Francisco y qué incidencia tiene sobre la situación que se vive en el país, el religioso manifestó que “no estamos en contacto permanente con el Papa, él tiene en este momento una labor muy importante que es dirigir la Iglesia en todos los países y con preocupaciones muy particulares, como por ejemplo, la Iglesia en China, que comienza a tener un vínculo extraordinario, el profundizar los temas de la fe, el símbolo del Amazonas, o sea tiene muchos temas que deben ocupar su labor”.