Un total de 860 motos y 234 automóviles fueron secuestrados en Rosario como resultado de las tareas municipales vinculadas al primer mes de implementación del denominado «Plan Bandera», de lucha contra el comercio de estupefacientes y la violencia asociada a esos mercados ilegales.

Así lo informó este viernes la Municipalidad de Rosario, que detalló que, en los últimos treinta días, se realizaron más de 7 mil controles vehiculares a lo largo de 180 operativos.

Las tareas de control vehicular forman parte de la «pata local» del Plan Bandera, que llevan adelante en forma conjunta el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Gobierno de Santa Fe.

«La Secretaría de Control y Convivencia llevó a cabo un total de 7.045 controles vehiculares en 181 operativos efectuados en puntos del centro, macrocentro y barrios de la ciudad, en diferentes horarios y los siete días de la semana», informó el municipio en un comunicado.

La comunicación agregó que «producto de ello, se secuestraron 860 motos y 234 automóviles, vehículos que fueron trasladados al corralón municipal».

>>Te puede interesar: Las fuerzas federales comenzaron a desplegar el Plan Bandera en el territorio rosarino

Una parte de esos dispositivos se hicieron en conjunto con efectivos del Ministerio de Seguridad, o bien con fuerzas armadas como Gendarmería o Prefectura, en el marco del Plan Bandera.

El secretario de Control y Convivencia, Diego Herrara, señaló que «es realmente muy importante esta coordinación con las fuerzas de seguridad provinciales y nacionales».

«No solo apuntamos al ordenamiento vehicular, sino también a mejorar la seguridad pública», agregó el funcionario, para quien «este trabajo bien articulado nos permite mejorar los controles en la calle y combatir el delito».

Según informó la Intendencia, la mecánica del trabajo consiste en la exigencia por parte de las autoridades municipales de la documentación y elementos de seguridad, mientras que las fuerzas provinciales y nacionales proceden a las identificaciones y realizan la búsqueda de armas de fuego, drogas y verificación de los vehículos para constatar si tienen o no pedido de captura.

Mayoritariamente, los secuestros de los vehículos «se produjeron porque sus conductores circulaban sin papeles o no utilizaban el casco», indicó la Municipalidad, que agregó que también hubo casos de alcoholemia y narcolemia positivos.