Por: Candelaria de la Cruz 

Hay un lugar en la provincia de Santa Fe donde la tierra, los vegetales, los animales y los hombres pueden encontrar un equilibrio sano. Un sitio en la cual es posible la armonía entre esos factores a través de la integración.

Naturaleza Viva es un organismo comprendido por todos los elementos y seres que conviven e interaccionan en una granja, suelo, agua, aire, calor, luz, plantas, animales y el propio ser humano como productor de esos procesos

La granja funciona en Reconquista desde 1987 como un nuevo modelo productivo sano y libre de elementos que puedan alterar a la salud de las personas. Su filosofía de vida es clara, su sistema de manejo agrícola tiene por objetivo producir alimentos sanos de alto valor biológico y nutricional, libres de contaminantes, agrotóxicos y antibióticos, potenciando los recursos naturales y preservando el medio ambiente, valorizando el trabajo del hombre y trabajando en forma integra y armónica con las fuerzas de la tierra para lograr así una sustentabilidad ecológica, económica y social.granja2

Irmina y Remo son dueños de esta granja y junto a ellos se encuentran 15 familias que trabajan desde la producción hasta la distribución de los productos.

«Nuestra producción es un esquema de diversidad productiva participamos desde la producción primaria, la transformación y hasta la comercialización. Trabajamos sobre dos quintas hectáreas, tenemos ganadería para tambo, transformación a queso, dulce de leche, y para el consumo interno también hacemos rikota, yogurt y manteca”, contó Inrmina Kleiner en diálogo con Conclusión.

Y agregó: “No usamos productos químicos ni medicamentos para los animales, los tratamos con homeopatía. Y también en agricultura hacemos el girasol, se cosecha, se limpia el grano, va a los silos para la conservación y durante todo el año vamos de acuerdo a producción que tengamos vamos dosificando el prensado para obtener el aceite con un prensado en frío. Con el trigo es igual.”

Naturaleza Viva se ha creado como un nuevo modelo productivo que comenzó con la recuperación  de un suelo con abonos naturales ya que según ellos cuentan estaba «agotado por la labranza y el esquema de producción con agroquímos».

«Nosotros comenzamos con una producción más pequeña que la distribuíamos localmente y por la zona, pero después se fue reconvirtiendo y nos fuimos expandiendo al país. Todo es a través de redes de consumo consciente», relató su dueña.granja1

Y explicó: «Hacemos toda la distribución en torno a un alimento sano, que genera vitalidad en las personas porque son alimentos producidos en tierra sana, plantas sanas, hombres sanos. Si nosotros comemos alimentos que no tienen vitalidad tampoco el hombre va a tener vitalidad y eso es fundamental».

Según relata su dueña las personas pueden conseguir estos productos con más facilidad y «están tomando conciencia de un nuevo hábito». «Hemos vivido ese salto en la demanda de los productos libre de agroquímicos, no se da abasto, la conciencia de la demanda en este aspecto va más rápido que la conciencia de los productores. Ha crecido el consumo pero no la producción y todavía cuesta poder lograrlo por cuestiones culturales y de comodidad más que económicas. Eso es parte del sistema», sentenció Irmina.

Con respecto a la producción en la actualidad, Irmina explicó que «se ha perdido el concepto de un suelo fértil, un suelo con vida con la totalidad de nutrientes que se encuentran en ese suelo. Todo lo que se le agregue aparte, nos va destruyendo. Hace menos de 50 años la producción era otra, lo agroquímicos se empezaron a instalar recién en los 70 u 80 y esa peste de los agroquímicos nos trajo otra peste que la facilidad para producir y que no se necesite mas al hombre en el campo, toda la pampa húmeda esta vacía de producción». Y agregó: «La gente que vivía en el campo se cansó de que le pasen los aviones con este veneno y entonces lentamente lo fueron abandonando».granja4

Además Irmina resaltó la necesidad de revisar las leyes. «Si llegamos a donde estamos es porque existió un marco legal que lo permitió. Hay que buscar incentivos para lograr el regreso al campo. Los valores de las tierras son altísimos, antes trabajando en el campo con una o dos cosechas que venían bien se podía comprar un pedazo mas de tierra para trabajar, hoy en día es imposible»


Y finalizó: «Si acá no se interviene desde lo público y desde que la tierra es un bien social, la gente no tiene recursos para comprar campos».