El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo reaccionó inmediatamente ante el despido de un trabajador de la empresa agroindustrial Terminal 6 y decidió realizar una protesta en la puerta de la fábrica. Además, denuncian que, si bien la desvinculación del empleado fue el detonante del conflicto, el malestar generalizado en el personal viene desde hace tiempo.

El secretario general de SOEA, Pablo Reguera, dialogó con Conclusión y contó que diez días atrás fue despedido un trabajador, de apellido Casado, de una manera totalmente injusta. «Tuvimos reuniones en el Ministerio de Trabajo de la provincia, pero Terminal 6 ya había tomado la decisión de despedirlo y no quiso dar vuelta atrás», expresó.

Según relató el sindicalista, el empleado trabajaba descargando camiones y fue echado porque en una filmación se vio a un camionero bajando dos cubiertas. Este hecho fue el argumento que utilizó la empresa para despedir a Casado, que contaba con siete años de antigüedad. La particularidad a resaltar es que, un día antes de producirse el despido, superiores del trabajador lo llamaron para felicitarlo por el buen trato que tenía con los camioneros con que trabajaba a diario.

«Fue despedido de una manera totalmente injusta», señaló Reguera, al mismo tiempo que explicó: «por eso tomamos la decisión junto con todos los delegados de parar en la puerta».

«Lo que pasa es que en Terminal 6, más allá de este problema puntual con este trabajador, hay un malestar de todos los trabajadores en general y eso hizo que explotara todo a través del despido de este compañero. Pararon todo automáticamente, los compañeros vinieron totalmente decididos a quedarse en el portón de la fábrica, sabiendo que no iban a entrar a trabajar», agregó.

Desde SOEA puntualizaron que el malestar se debe a que la empresa «quiere cambiar algunas culturas» de trabajo y realizar otro tipo de modificaciones de manera abrupta. «Es cambiar gente de un lugar a otro, sin capacitarlos. Todo este tipo de cosas encuentran resistencia. La gente dice ‘si no me capacitás, no me mandés a ese lugar’. Por seguridad nosotros les estamos pidiendo a los trabajadores que no vayan a lugares que no saben maniobrar, porque seguramente se van a encontrar con un accidente».

Otro de los puntos que genera incomodidad en los empleados, según señaló Reguera, es la presencia de un gerente general de T6 de apellido Petrocelli (Claudio) que «anda todo el día con el látigo en la mano» buscando excusas para desvincular a los trabajadores y reducir el personal.

Actualmente en la firma trabajan 800 personas, y muchas de ellas están paradas frente al portón de Terminal 6 para que se escuchen sus reclamos. «Están los compañeros sin ningún problema, con la presencia de Prefectura y la policía. En un momento vino un escribano y crispó un poco a los muchachos, pero ya se fue. Está transcurriendo todo con absoluta tranquilidad», concluyó Reguera.