La Unión Tranviarios Automotor local (UTA Rosario) confirmó este miércoles que las líneas que gestiona la empresa El Cacique seguirán sin actividad hasta que la firma regularice las deudas salariales que tiene con algunos trabajadores.

El corte de crédito laboral inició a la hora 0 de este miércoles y afecta el funcionamiento de las líneas 112, 122, 126, 127, 131, 132, 140, 115, 138 y 139.

El reclamo inició a raíz de descuentos en lo salarios de una treintena de trabajadores a los cuales no se les reconoció el parte de enfermo. «Tenemos casos de parte psiquiátrico; compañeros operados de cervical, con patologías que visiblemente afectan. La empresa lo desconoce», indicó el secretario general de UTA Rosario, Sergio Copello, en conversación con Conclusión.

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El menor monto descontado a un trabajador  -informaron a este medio- llega a los 25 mil pesos. Otros que tuvieron una enfermedad que los afectó la totalidad del mes no han cobrado directamente nada para ese lapso.

Al ser consultado por el responsable de dar una respuesta a los trabajadores del transporte, Coppello dio nombre y apellido: Sergio Pensalfine, presidente de El Cacique. «Hay también representantes que viven aquí en la ciudad, pero hasta el momento no han dado la cara. Solo basta darnos una respuesta favorable a través de un acta donde conste que reconocen el reclamo. (Si eso pasa) en una hora volvemos a trabajar. Lo dijimos durante toda la pandemia: queremos trabajar», aseveró el gremialista.

Frente al antecedente de la gran cantidad de días sin actividad del transporte urbano durante el año pasado, el fantasma de repetir el escenario aparece cada vez que los trabajadores se ven obligados a reclamar por deudas salariales o -como en este caso- respeto de sus derechos laborales.

Ante la consulta de si es posible que el corte del crédito laboral siga en las próximas jornadas, el titular de UTA Rosario afirmó que «si eso sucede, será responsabilidad de la empresa», ya que en el sector «siempre está la voluntad de trabajar».

FALTA DE COCHES

Otro de los puntos fuertes de los reclamos en el sistema de transporte público está vinculado a la falta de coches para dar respuesta a la reapertura de actividades. Los choferes aseguran que la empresa no retiró unidades en plena pandemia y ahora, con el nivel de circulación en amplio crecimiento, no las volvió a incorporar.

«El Cacique el año pasado devolvió 50 unidades. De esas, no ha repuesto ninguna. La realidad de hoy es que si se rompe un coche, no hay alternativa para reponerlo. De esa manera, la línea queda resentida con un coche menos, sumado a la ya estirada frecuencia, que ha llegado a los 40 minutos», criticó Copello.

«Basta consultarle a los compañeros choferes. Coche que se rompe; coche que no se repone y se suprime el servicio», concluyó.