Los hinchas de Central siguieron atentamente las novelas de Víctor Salazar y Alejandro Donatti. En los distintos capítulos la cosa fue cambiando y la opinión de los miles de canallas también. Ahora la pregunta que surge es la siguiente: ¿los dos casos fueron iguales? Vale la pena hacer un repaso.

Salazar, un jugador con un buen presente y una proyección sin techo, vio las luces del mundo River y sus consejeros no ayudaron para que no se encandile, tanto es así que hasta faltó a practicar. Por varias razones la salida no se dio y seguirá en Central.

Donatti, se fue en medio de la concentración después de una reunión con los dirigentes y por varias horas ni siquiera se supo dónde estaba. El Flaco no seguirá en el club y se fue por una puerta de dimensiones muchos más acotadas por todo lo que le dio el club. Si bien es cierto que para muchos ya había cumplido un ciclo, el hecho de salir despedido del predio de Arroyo Seco sin permiso no fue el adecuado.

Dos casos similares, dos futbolistas con realidades diferentes. Y dos finales también opuestos. La novela de Salazar dio marcha atrás, la de Donatti tuvo un mal final.

El hincha tiene derecho a opinar y a enojarse de acuerdo a lo que lee, mira y escucha. El hincha actúa muchas veces por impulsos que manda el corazón. Pero sin dudas las dos novelas que se dieron de manera impensada en este mercado de pases terminaron de manera diferentes… y seguramente al hincha le quedará el recuerdo de un defensor que rindió casi siempre como Donatti y el presente de un pibe formado en el club que parece no conocer su techo aún.