Por Andrea San Esteban

La distribución de la riqueza y la seguridad alimentaria es una cuestión de políticas públicas, es una decisión. “Nuestro país tiene el potencial de producir alimentos para más de 600 millones de personas”, según la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations u Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura) y también de “incrementar el empleo más de un 20%, generar el doble de divisas y contribuir a una mayor estabilidad de precios, al 2020”.

Un Estado que genera desigualdad y la falta de oportunidades causa, además, angustia, apatía y violencia. La inversión en crear trabajo genuino, inclusión, educación, nuevas ideas e investigación científica y tecnológica permite revertir esta situación asfixiante, por la que Argentina transita.

Alimentos versus inundaciones

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “la Argentina se ubica entre los diez países que más desmontaron durante los últimos 25 años: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas al año”.
La política de la siembra directa y el monocultivo, causaron un desastre climático y alimentario.
“La provincia donde más se deforestó fue Santiago del Estero, una de las provincias norteñas amenazadas hoy por las inundaciones. Los árboles fueron derribados para poder sembrar soja. Pero una hectárea de bosques absorbe diez veces más agua que una sembrada con soja, como ahora están comprobando en la práctica los santiagueños.”

Concentración de la riqueza

Continúa analizando la FAO, “en América Latina, el 1 por ciento de los propietarios concentra más de la mitad de la tierra susceptible de aprovechamiento agrícola, hecho que revela a la región como la más desigual del planeta. Para corroborar la impresión, hay que sumar que 32 millonarios poseen la misma riqueza que 300 millones de latinoamericanos. Los datos obran en poder de la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) al hacer propios relevamientos de OXFAM, una destacada ONG que se aboca a la problemática”.

Reforma Agraria

“La crónica concentración de las tierras y el impacto que podría tener un proceso de reforma agraria a escala regional se abordaron en la Reunión de Alto Nivel de la FAO que llevó como título “Gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en América Latina y el Caribe”. El encuentro tuvo lugar en Santiago (Chile) durante la primera semana de abril de este año. Como corolario, surgió que por aquí rige la distribución de la tierra más desigual del mundo”.

Nuestra región, la más desigual

La FAO destacó que la inequidad es más acentuada en Sudamérica, mientras que en Centroamérica el flagelo es levemente inferior. Como se sabe, se aplica el denominado coeficiente de Gini para medir la desigualdad, en este caso, aplicado a la distribución de la tierra. Para el continente que habitamos dio 0,79, bastante por encima de Europa (0,57), pero también lejos de África (0,56) y Asia (0,55).