Por Esteban Guida

Los datos relativos a la industria automotriz argentina del año 2017 reflejan el cambio que se ha producido en la matriz productiva del sector, en línea con la orientación que le ha dado a la economía el gobierno de Cambiemos: cae la producción nacional, pero crecen las ventas con mayor participación de productos importados, al mismo tiempo que se registra una caída en el uso de la capacidad instalada del sector.

Los datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) indican que aunque el patentamiento de vehículos creció en 2017 respecto al 2016, en Argentina se producen menos vehículos que otros años de semejante performance. Por ejemplo, en el año 2013, en el que se patentaron 955.023 unidades (55.000 más que en 2017) la producción nacional fue de 764.161 automóviles y utilitarios, mientras que el año pasado, éstas alcanzaron las 473.408 unidades. Es decir que, aunque con semejante volumen de ventas, la producción nacional de automóviles y utilitarios pasó del 80% al 52,5% de los patentamientos.

Esto implica que las importaciones están creciendo en comparación con la producción local, lo que en términos microeconómicos empieza a generar ineficiencias por el bajo uso de la capacidad instalada de producción, y en términos macro, suma preocupación al ya agudo déficit comercial que tiene la argentina.

En términos numéricos, la industria automotriz cerró el 2017 con un uso de capacidad instalada del 38,3 por ciento (dato de diciembre), alrededor de 6,7 puntos porcentuales menos que en igual mes de 2016. Esta caída preocupa y mucho, ya que el riesgo de que las terminales se sumen a la ola de ajuste y despido de personal aumenta, mientras que los importadores aprovechan la oportunidad y aceleran la introducción de productos del exterior. Vale decir que esto también se encuentra relacionado con la caída en la producción de automóviles livianos dado que nuestra capacidad instalada se orienta a la producción de esta clase de automotores.

Según las estadísticas publicadas por ADEFA, la producción nacional automotriz creció apenas un 0,1% respecto a 2016, llegando a las 473.408 unidades. De este total, 203.694 unidades corresponden a automóviles (43%) y 269.714 a utilitarios (57%). En cuestión de un año, la producción de automóviles se contrajo 15,6 por ciento y la de utilitarios se expandió 16,5 por ciento.

El dato positivos es que las exportaciones crecieron 10,3% entre 2016 y 2017, pasando de 190.008 unidades vendidas al exterior a 209.587. Del total producido, se exporta aproximadamente el 44,3 por ciento. Brasil es el principal destino de las exportaciones con un 64,8% de participación, seguido por Centro América con el 8,5%, lo que implica que la dinámica exportadora argentina depende mucho de la demanda brasileña.

Por su parte, la venta a concesionarios creció 22,5 por ciento con respecto a 2016 (ubicándose en 883.802 unidades); sin embargo, la venta a concesionarios de vehículos nacionales cayó 8 por ciento. Del total de ventas a concesionarias, el 30 por ciento es explicado por productos nacionales.

La contracción en la venta de productos nacionales a concesionarias está ligada a la caída en la fabricación de automóviles (-15,6 por ciento) y con el aumento de las exportaciones. Si bien la producción subió 0,1% en 2017 con respecto a 2016, las exportaciones lo hicieron en mayor medida (10,3 por ciento).

Las implicancias de esta situación son varias. La industria automotriz es una de las pocas ramas industriales que prevalecen en esta reprimarización que está sufriendo la economía argentina, pero si sigue perdiendo rendimiento, en detrimento de la importación de vehículos, puede repetir el derrotero de otros sectores que están evidenciando las mismas consecuencias.

Nuevamente, este es un fenómeno del que algunos sacan su provecho y aumentan sus ganancias; pero aunque algunos logren ganancias extraordinarias, la Argentina no encontrará un sendero de crecimiento estable y armónico, si las grandes mayorías padecen necesidad y quedan excluidas del uso y aprovechamiento de la riqueza nacional.

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