Por Jorge Alberto Ripani *

Como siempre decimos, para analizar con precisión las esquirlas de las elecciones y el camino hacia 2019, hay que intentar desintoxicarse lo máximo posible de las redes sociales y los medios de comunicación partidarios y del propio apasionamiento (todos tienen su corazoncito en alguna parte). Como diría Maquiavelo “entro en mi estudio, en cuyo umbral me despojo de aquel traje de la jornada, lleno de lodo y lamparones, para vestirme ropas de corte real y pontificia”. Pensar en la política real. Ahora veamos.

En la última columna antes de las elecciones, nos preguntábamos si el caso Maldonado, el pibe que fue encontrado muerto el 17 de octubre, podría transformarse en un “cisne negro” inesperado con capacidad de cambiar el resultado pronosticado por todas las encuestadoras. Todo ello al calor del libanés Nassim Taleb en su libro “El cisne negro – El impacto de lo altamente improbable”. Nada de eso ocurrió. Como analizó Mauricio Maronna: «No hubo cisne negro, hubo un cisne amarillo en todo el país».

En la columna del 19 de agosto, escribimos: “Cambiemos se consolida como oficialismo a nivel nacional y Unidad Ciudadana pica en punta dentro de la oposición justicialista … La derrota de las “avenidas del medio” se profundizará. En octubre votará más gente que en las Paso. Los dos polos intentarán convencer a estos y a los que se irán del medio. El resultado dependerá de este y solo dos factores más: la economía que está en manos de Cambiemos y lo que la opinión pública piense de la misma de cara al futuro. Por ejemplo, si va mal y va a seguir peor o si va mal pero va a mejorar. Pase lo que pase, se consolidarán como las dos identidades mayoritarias y aglutinantes. Todo lo demás es ciencia ficción o expresión de deseo.” Eso fue lo que ocurrió. Con dos esclarecimientos más: Cambiemos triunfó rotundamente sobre la oposición. Y dentro ésta, el kirchnerismo lo hizo ostensiblemente sobre las avenidas del medio.

En Santa Fe hubo una victoria palmarea de Cambiemos por sobre el Justicialismo pero en una provincia casi toda amarilla a Corral, el mentor de Cantard (UCR), le pintaron su aldea de color socialista. En la ciudad de Santa Fe, triunfó Emilio Jatón en concejales sobre el candidato del intendente. Esto complica un poco sus chances internas para ser candidato a gobernador en 2019 e insufla algo de aire a Luciano Laspina u otro candidato Pro.

Cantard creció 10% (posiblemente migrantes de Boasso, nuevos votantes y algunos que habrían apostado a Rodenas para frenar a Agustín Rossi en la única interna competitiva de las PASO). La zona más rica agrícola cerró filas con Cambiemos. En Las Colonias (48% para Cambiemos, 12 puntos más que en agosto); San Martín (45% el domingo versus un 31% en agosto); Belgrano (49,8% contra 34,6%), Caseros (40% contra 26%) y General López (42% anteayer contra el 31% en las primarias). Finalmente Cambiemos fue quien rompió el escenario 4-3-2, quitándole un escanio al socialismo respecto de las PASO. Pasamos a 5 (C) – 3 (FJ) – 1 (FP); pero en el poder real del Poder Legislativo, el justicialismo creció en bancas (paso de 2 a 3), Cambiemos se mantuvo estable (5) y el progresismo perdió (2 a 1).

Perotti quien es el principal posible candidato a gobernador en 2019 del PJ, necesitará los votos ultrakircneristas. El intendente de Rafaela, aliado de él, había dicho que no apoyaría a Rossi. Ello generó rispideces internas. Su lista de concejales perdió aproximadamente 60 % a 19 %, lo mismo que sacó Rossi en todo el departamento Castellanos. A nivel provincial, Perotti había salido tercero en 2015 y Rossi – Rodenas segundos ahora.

Lifschitz decidió no desdoblar la elección y se le polarizó la provincia. Ganó en seguridad. Antes algunos radicales cobraban en las dos boleterías. Ahora sabe quienes son los progresistas y quienes son los de centro-derecha pero perdió escanios. Cuando desdoble la elección en 2019, tendrá mas chances de volver a “alambrar” la provincia.

Volviendo al nivel nacional, la elección de la alianza Cambiemos fue de lo mejor. Sólo Alfonsín ganó en los 5 distritos electorales más importantes a medio término. Estamos hablando de Santa Fe, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y CABA. Pero como ocurrió con Alfonsín, esto no es un cheque en blanco y deberá haber mejoras económicas. 6 de cada 10 argentinos votaron a la oposición. Habrá que estar atentos a Carrió que tuvo un cruce en twiter porque le cancelaron todas las notas, luego de comparar a Maldonado con Disney. Ante una eventual futura ruptura (Lilita tiene muchas en su haber) se hace difícil precisar si los votos son de ella o del Pro. De manera que el Pro tuvo que compartir algo de su hegemonía en la CABA.

Ya lo ampliaremos en un próximo análisis pero dentro de la oposición justicialista, se impuso notoriamente el kircherismo sobre los que querían ser oposición a Macri, atacando a CFK. Este espacio por no ser gobierno está muy desordenado. Massa salió tercero en su propia ciudad, tuvo un retroceso gigantesco en legisladores y deberá interrumpir sus pretenciones presidenciales. Urtubey lo mismo. Perdió con Cambiemos y prácticamente empató con el kirchnerismo que tuvo un inesperado crecimiento en Salta. El kirchnerismo, hasta ganó en la provincia de Miguel Pichetto. La ex presidenta, derrotada por Bullrich dijo que “El resto de las fuerzas opositoras no ha resistido el avance del oficialismo y nosotros si, hemos crecido. Solo Unidad Ciudadana ha crecido”. Es cierto. Ponía en juego 10 bancas y obtuvo 13. También consiguió bancas propias en las gobernaciones que más la enfrentaron dentro del peronismo. Facundo Moyano había dicho luego de las PASO que “Cristina es la candidata que dentro del peronismo más voto sacó”. Esto se incrementó. Según el escrutinio provisorio, Cristina obtuvo 3.348.210 votos, mientras que Massa 1.019.090, Randazzo que quedó debajo de la izquierda 481.533, Urtubey 162.940 y Schiaretti en Córdoba 622.321. CFK obtiene más de un millón de votos que todos ellos juntos.

No son estas dos, las únicas opciones internas. En el medio, aparece un tercer peronismo que tiene buena relación con los perdedores y reconoce la obra de Nestor Kircnher y su señora, sustentado mayormente por Gildo Insfran, el más votado con un 63 % y los hermados Rodriguez Saa que se recuperaron de la sopresiva derrota en las primarias, resistieron la visita del porteño Jorge Lanata y alcanzaron un 55 %.

En Rosario hubo una aplastante victoria de Roy Lopez Molina (36,9 %) sobre Sukerman (20,48) y Javkin (16,34). Cambiemos se perfila para la intendencia. Deberá consolidar una opción con toda la oferta de centro derecha (Martín Rosúa, Boasso, León, etc.). Por su lado, Sukerman y Javkin, plantearon subrepticiamente la necesidad de explorar un gran frente de centro izquierda de más difícil concreción por la densidad de ambos partidos.

En Rosario, hubo una fuerte caída de los votos nulos y en blanco en la elección de concejales. Esto nos reafirma las críticas a la boleta única como modo de definir las abrumadoras primarias.

Para las 23 hs. del día domingo estaban cargados el 99 % de los datos de las elecciones y con todos los distritos por igual, como normalmente ocurre en democracia. Esta vez el gobierno triunfó claramente en Santa Fe y Buenos Aires. Lo ocurrido con el escrutinio provisorio en las PASO de Santa Fe y Buenos Aires, nos hace reafirmar nuestro pensamiento acerca de la necesidad de veedores internacionales para fortalecer el proceso democrático del escrtutinio provisorio.

“Todo pasa y todo queda” canta Serrat. Que todo este entramado político, sirva para potenciar a la Argentina.

 

* Abogado especializado en Derecho Político e Historia Constitucional / [email protected]