Ante la Cámara Federal porteña, la querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó hoy que se ordene el secuestro del teléfono celular del diputado de Juntos por el Cambio (JxC) Gerardo Milman, para someterlo a una pericia que podría agregar una prueba «esencial» en la investigación del intento de asesinato cometido el 1 de septiembre pasado.

«Realizar la prueba es imperante», sostuvo el abogado de la querella que sigue la Vicepresidenta, Marcos Aldazábal, al exponer ante los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens, en una audiencia presencial que duró casi una hora.

«Ninguna prueba desincriminó para nada a Gerardo Milman», advirtió Aldazábal y planteó como «esencial» la pericia sobre su celular en relación a la frase que se le adjudica haber pronunciado en el bar Casablanca, días antes del intento de magnicidio: «cuando la maten, voy a estar en la Costa».

De la audiencia también participó el otro abogado por la querella, José Manuel Ubeira, quien sostuvo que de parte de la jueza Capuchetti «no hubo velocidad ni protección sobre las pruebas» y que Milman «debería haber entregado su celular como diputado».

Además recordó que «la jefa del partido» del diputado «hasta el día de hoy no repudió el atentado».

«Esta causa la llevamos a remolque en contra del sistema judicial», cuestionó Ubeira y dijo que «se aseguraron el borrado» de los celulares de Milman y sus dos asesoras presentes ese día en el bar, esto ocurrió «en oficinas que pertenecerían al partido de (Patricia) Bullrich«, recordó.

La audiencia cerró con la exposición del defensor de Milman, Manuel Barros, quien se presentó en la causa a principios de este mes y pidió participar.

«¿Por qué Milman tiene que ofrecer el teléfono?», se preguntó ante los jueces, «¿sólo por ser diputado? Es algo que la ley no impone», sostuvo y agregó que «todo lo que dicen acá no me da un elemento objetivo que pueda hablar de participación de Milman» en el atentado a la Vicepresidenta.

Además, recordó que la fiscalía del caso dispuso un entrecruzamiento de llamadas que incluyó los teléfonos de los tres detenidos por el atentado, Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo con otros números, el de Milman incluido y dio como resultado que «no hubo cruces entre ellos. No se comunicaron»

«Hicieron toda una teoría pero del por qué van a abrir el celular, no lo dicen. Es una excursión de pesca porque en el expediente no hay nada», dijo y recordó lo ocurrido en otros peritajes parecidos en otras causas penales, entre ellas la de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

«Se abrió el teléfono con consecuencias bastante feas, mostraron todo y no hacía a la investigación. Después nadie se hace cargo», dijo el abogado de Milman.

Tras escuchar a las partes los jueces quedaron en condiciones de resolver al contar además con un dictamen del fiscal ante esa instancia, José Luis Aguero Iturbe, quien también sostuvo que debe secuestrarse el teléfono celular.

«No existe otra vía alternativa para obtener la información de su celular y determinar la intervención o no del señor Milman. Esta intervención, como bien recuerda mi colega de grado, fue abonada por la querella y marcada por las testimoniales indicadas», sostuvo el representante del ministerio Público Fiscal

La denominada «pista Milman» se inauguró el 23 de septiembre pasado: esa tarde un asesor del Frente de Todos (FdT) en la Cámara de Diputados, Jorge Abello, se presentó ante la jueza Capuchetti y dijo que había escuchado al legislador opositor referirse al atentado antes de que ocurriera.

«Cuando la maten yo estoy camino a la costa», fue la frase que Abello dijo haberle escuchado decir a Milman en el bar Casablanca el 30 de agosto, oportunidad en la que el legislador se encontraba acompañado de dos asesoras que ya declararon en el expediente y negaron que esas palabras hubieran sido pronunciadas.

Ivana Bohdziewicz, exsecretaria de Milman, dijo que el legislador le había facilitado un «perito» para que borrara información de su celular y que la maniobra se habría realizado en su presencia en una oficina que atribuyó a la exministra de Seguridad y titular del PRO en uso de licencia, Patricia Bullrich.

Bohdziewicz era una de las dos mujeres que acompañaba a Milman en el bar Casablanca el día en el que el testigo Abello dijo haberlo escuchado referirse al atentado contra la Vicepresidenta antes de que ocurriera.

El tramo de la investigación vinculado a los detenidos y procesados por la autoría material del intento de magnicidio ya fue enviado a juicio por la jueza Capuchetti y resultó designado el Tribunal Oral Federal 6.

Los procesados son Sabag Montiel; su novia al momento de los hechos, Brenda Uliarte, y el sindicado jefe del grupo de los «Copitos», Gabriel Carrizo, este último como supuesto partícipe secundario.

Al resolver el cierre parcial de la pesquisa y enviar a juicio a los detenidos, la magistrada dispuso que continúe delegada en el fiscal Rivolo la parte de la investigación que busca determinar si hubo autoría intelectual, en el marco de la cual está incluida la llamada «pista Milman».