El intento de secuestro ocurrió en el barrio porteño de Liniers, en el Instituto Nuestra Señora de las Nieves, ubicado en la calle Ventura Bosch al 6600 donde asiste la niña de siete años.

Según la denuncia realizada en la comisaría vecinal 9 B de la Policía de la Ciudad por el padre de la pequeña, el hecho ocurrió mientras esperaban el colectivo de la línea 136. En ese momento, se les aproximó una mujer de  50 años, de cabello grisáceo con rulos, de aproximadamente 1,60 metros de altura, contextura delgada, que vestía musculosa negra, pantalón cuadrillé y sandalias marrones.

Según lo relatado en la denuncia, la mujer le preguntó qué colectivos paraban en dicho lugar, pero al denunciante le resultó extraño, motivo por el cual sujetó fuertemente a su hija de 7 años de la mano y no le respondió.

En ese momento la mujer le dijo a viva voz que le entregara a la pequeña y al darse vuelta observó en el reflejo de una vidriera que se acercaba un hombre de alrededor de 40 años, contextura robusta, de aproximadamente 1,75 metros de altura, vestido con una camisa de mangas cortas a cuadros color celeste, un jean de color oscuro y que manipulaba en su mano derecha un arma de fuego tipo revólver color negro.

Ante la situación que estaban viviendo, el damnificado le propinó un golpe de puño a la sospechosa, alzó a su hija y se fue corriendo por el medio de la avenida Rivadavia hasta que arribó una unidad de la línea 136 que le ofreció asistencia.

Mientras tanto, el hombre y la mujer se dieron a la fuga en sentido a la avenida General Paz y a ellos se les sumó un tercer individuo que vestía bermudas de jean, una remera verde y zapatillas claras.

Luego de esta situación, se procedió a realizar la debida consulta con la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional número 60, a cargo de Cecilia Incardona, por ante la Secretaria Única a cargo de la doctora Di Santo, quien dispuso el relevo de las cámaras de seguridad en el lugar e inmediaciones y se labren actuaciones por «averiguación de ilícito».

Según un audio del padre de la niña, horas después del hecho, el colectivero de la línea 136 lo ayudó al bajar «con un palo» para amedrentar a los posibles captores y una vez a salvo, le reveló que «la semana pasada estas mismas personas se llevaron a un nene».

Pese a este relato, hasta el momento no existen antecedentes de denuncias previas sobre hechos similares.

En paralelo, el titular de la seccional 9B se contactó con el cura párroco y rector del colegio al que asiste la víctima, para proporcionarle refuerzos en inmediaciones del establecimiento educativo con personal policial.