La tumba del niño que fue hallado mutilado a la vera de la ruta 11, en la localidad bonaerense de Miramar, fue exhumada hoy y los investigadores se encontraron con la tierra removida y un féretro vacío.

Este miércoles por la tarde, efectivos policiales que retiraron el cajón de la tumba, procedieron a abrirlo y vieron que estaba vacío, y además, con signos de haber sido forzado.

Tras el hallazgo, la fiscal que tiene a cargo la causa, Ana Caro, ordenó allanar de inmediato la funeraria de Batán que había realizado el sepelio del niño de 18 meses que murió luego de tragarse una bombita de agua.

La exhumación de la tumba había sido requerida por la fiscal Caro en el cementerio de la localidad de Otamendi, donde había sido sepultado el nene.

Según trascendió, en el lugar donde se llevó a cabo la exhumación, estuvieron presentes los padres del niño, quienes lo sepultaron en el cementerio tras realizar el velatorio.

Este miércoles por la tarde, efectivos de las DDI de Miramar, allanaban la casa funeraria de Batán y además la fiscalía ordenó peritar el féretro para tratar de encontrar huellas de las personas que lo profanaron.

El niño murió el pasado 10 de marzo al atragantarse con una bombita de agua en su vivienda de la localidad de El Boquerón, en Mar del Plata y tras ser velado, fue sepultado en el cementerio de la localidad de Comandante Nicanor Otamendi, distante unos 38 kilómetros de Miramar.

Este martes la fiscal tuvo la confirmación que el cuerpo mutilado era del niño muerto por el accidente con la bombita de agua, luego que los médicos forenses realizaran una nueva autopsia al cuerpo y encontraran en la tráquea el elemento que le causó la muerte; además de un cotejo de ADN.

La fiscal intenta determinar ahora cómo aparecieron los restos del nene a la vera de la ruta 11, cerca del arroyo «La Totora», y quienes son los responsables de la profanación y posterior mutilación del cuerpo.