Por Alejandra Ojeda Garnero

Cuenta regresiva en el juicio por la muerte de Franco Casco. En una nueva jornada de debate, expusieron representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Santiago Bereciartua y Evangelina Lardone. También comenzaron sus alegatos las defensas de los acusados. Hoy fue el turno de Carlos Racamato representando a Enrique Gianola Rocha y Aníbal Rodríguez en defensa de Franco Zorzoli. El Tribunal Oral Federal N° 2 integrado por los jueces Otmar Paulucci, Ricardo Vázquez y Eugenio Martínez deberán resolver, en base a la prueba producida a lo largo de 59 audiencias la culpabilidad o inocencia de los 19 policías que enfrentan penas de prisión perpetua por los delitos de desaparición forzada, torturas y muerte.

Los abogados Santiago Bereciartua y Evangelina Lardone, si bien no tienen la facultad de acusar ni pedir penas, son parte del proceso en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, por lo tanto, su participación solo expresa “la voz institucional y primaria sobre las violaciones de los derechos humanos”, y pidieron que “este caso de violencia institucional tenga una resolución acorde”.

En ese sentido, citaron textos académicos sobre violencia institucional y desaparición forzada de personas, explicaron la normativa y acciones que configuran dicho delito, y remarcaron el accionar de la policía como “prácticas habituales de violencia institucional”. Además, remarcaron que “velamos por el respeto y garantías sobre la base de la igualdad personal y social, desarrollo de una vida digna, y el principio de igualdad”.

Por otra parte, señaló que Franco Casco “portaba características físicas que lo hacían vulnerable”, lo hacían vulnerable a las prácticas policiales.

También indicó que el actual secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, quien hizo un acto político partidario en la puerta del Tribunal federal dijo erróneamente que “a Franco Casco lo mataron balas policiales”, fue quien los instruyó para volver a intervenir en la causa, ya que su participación se suspendió durante el gobierno macrista.

Hicieron un análisis de contexto sobre lo ocurrido en octubre de 2014 con Franco Casco y citaron innumerables casos, que consideran similares al del joven de Florencio Varela, siempre enmarcado en la violencia institucional y desaparición forzada, aunque las pruebas producidas en el debate demuestran lo contrario.

En ese sentido, citaron los textos académicos de Eugenia Cozzi, Máximo Sozzo y del prestigioso Cels, donde describieron “patrones policiales y judiciales”, que derivan en casos de violencia institucional.

También afirmaron que en este fenómeno existen “modus operandi, y móviles involucrados, donde se producen lesiones y muerte en custodia”, lo cual configura “practicas habituales”.

Tras citar una inmensa jurisprudencia, relacionada con otros hechos reales de violencia institucional, los representantes de Derechos Humanos pidieron “que se condene a los responsables de la muerte de Franco Casco”.

En esta jornada se dio inicio a los alegatos de las defensas. El primer turno fue del abogado Carlos Racamato, en representación de Enrique Gianola Rocha.

El defensor comenzó su alegato de forma contundente, “vengo a proclamar su inocencia”, expresó.

“Nos sorprende tanta virulencia contra estos policías, es llamativa la liviandad con la que se acusa, resulta que ahora son más importantes los presos que los policías”, enfatizó.

Y continuó: “Enrique me pregunta si se hará justicia en su caso, y no le respondo”, se lamentó.

Pero aclaró que “algo ha acontecido en este caso, y es que el Dr. Lorenzo Biga, obtuvo un video donde se ve a Franco Casco caminando”. Y esto “nos pone en la situación de dejar a esta gente libre”.

A partir de este hallazgo “pensé que tan ilustre fiscal iba a terminar con todo esto”, y citó el caso de Nora Dalmasso, asesinada en Río Cuarto en el año 2006, “se había acusado a medio mundo y por último al marido, pero el fiscal “vi a un tipo integro, pidió la absolución y dijo ‘no voy a acusar por acusar’, vio que Macarrón no tenía nada que ver y acá hubiésemos esperado lo mismo”, reclamó.

“Hubiese dicho señores jueces esto no puede seguir. Dos teorías del caso, expresión que odio, no hay, porque acá está lo que dicen ellos y lo qué pasó, la realidad”, remarcó.

Racamato le dijo al tribunal que desde que comenzó el juicio “que estamos buscando explicar que todo lo que están diciendo desde el 6 de octubre del 2014 no pasó, no ocurrió, y lo que pasó el día 7 es la realidad, por eso nadie se contradijo”.

Por otra parte, destacó las distintas ampliaciones indagatorias que realizó el comisario Diego Álvarez. “Han sido sorprendentes las declaraciones de Álvarez. Hubiésemos esperado que esta gente hubiese advertido lo que estaba pasando”. Y se dirigió al tribunal: “Señores jueces, fui 11 años periodista de la sección policiales del diario La Capital, y luego casi 30 años de abogado. Nunca vi la barbaridad que está pasando esta gente. En esta circunstancia vi que cada uno de los que expuso, tuvo la libertad de leer o decir lo que quiso y agradezco que me la den a mi y a mis colegas. Nunca vi una locura de esta. Pero puedo explicar brevemente que esto ha acontecido porque los agentes del orden están en una situación que tendríamos que pedirle perdón en vez de enjuiciarlos. Porque cada vez que a alguien le roban la cartera o se quiebra la uña llaman al 911 o llaman a esta gente y le piden por favor, pero cuando están bien los atacan virulentamente. Porque en este país el que usa uniforme es un delincuente, y el que está así nomás es la persona que realmente vale, y tiene sus derechos humanos, y ellos no tienen nada”, afirmó el abogado.

Racamato reflexionó sobre el origen de la problemática, “la culpa de lo que pasa en materia de seguridad y que indirectamente les repercute a ellos, fue un caso particular que tuvo que ver con un cambio de paradigma en la provincia con el advenimiento del socialismo, que arruinó esta ciudad, esta provincia. Porque vino con ese código que tuvimos que ir a copiar un código a los chilenos. Es una barbaridad. Inventar las teorías del caso, es decir que hay dos verdades”.

“En el año 85 cuando empecé mi carrera en el diario, un gran comisario Cacho Romero, gran jefe, conocía todo. Tenemos la fortuna de tenerlo cerca al comisario Gringo Giacometti, un hombre experimentado, que conocía la calle. El socialismo le saco la calle a la policia, y lo puso contra la pared. Perdieron el control operacional de lo que puede pasar en la ciudad. ¿Qué pasaría si se deja sin policías, sin gendarmes, sin PSA, qué pasaría acá? Se preguntó. “Esto se descontrola, y lo que están buscando es que esta gente cuando venga alguien detenido diga ¿pase señor detenido quiere que le sirva un té? Es una locura.

“Gianola Rocha era subjefe de la seccional séptima, un hombre de pocas palabras, pero de acción, leal, vivía trabajando en la seccional. Es hijo de comisario, sobrino de Beto Gianola, un gran comisario. Gran esposo, gran padre de un hijo con discapacidad, pero no venimos a dar lastima, venimos a pedir que se haga justicia, que este hombre se vaya a su casa libre como el resto de los imputados”, afirmó Racamato.

“Ustedes conocen la ley, no se los voy a decir yo, cada uno dijo y expuso lo que quiso. Gianola Rocha debe ser respetado, Álvarez gran comisario, donde había un problema en la Jefatura, mandaban a Álvarez, un tipo que se preocupaba, iba casa por casa, se presentaba como el comisario y ¿le pagamos así?, se preguntó. Y graficó: “Resulta ser que ahora los patos le disparan a la escopeta”.

Por otra parte, señaló: “Estan imputando el articulo 142 ter (del Código Penal), que exige dolo. En un momento el fiscal en su alegato dijo que no tuvieron la intención de matarlo, suponiendo que haya sucedido, entonces no hay dolo, y otros dijeron dolo eventual, suponiendo que fuera la teoría de ellos. No hay aporte criminal, no hay participación, no se desgranó la autoría, coautoría y participación primaria y secundaria. Acá se llegó a la locura de que personal policial que no reviste carácter de fuerza de seguridad, que no porta arma este siendo juzgada”.

Además, aclaró algo que es harto conocido por todos, “los presos siempre hablan mal de quien los persigue”.

“¿Puede haber tanta carencia de derecho?, se preguntó y al mismo tiempo respondió: “Si, porque el principio de inocencia está ajeno a esto. Y el in dubio pro reo, ¿qué pasa? Está al revés la situación”, aseguró.

“Hay algo muy básico, la conducta debe ser típica antijuridica y culpable, y acá no lo es, no hay móvil para el crimen”, relató.

“Lamentamos lo que le pasó a este chico y a la familia, pero por eso no pueden quitarle la vida a esta gente”, dijo Racamato, y agregó: “Me gustaría que estas circunstancias, cuando dicten una resolución, se pongan estas cuestiones de resalto”.

“En materia de prueba, hubo numerosa cantidad, se cuestionó a Carlos Félix Rodríguez, uno de los mejores médicos legistas, quien dijo que no hubo lesiones. El médico de parte Speranza dijo lo mismo”, indicó.

“Los gendarmes hablaron de los cabos, porque confundieron cabos con sogas, los nudos que hacían para sacar los cadáveres del río. Pero todo lo que viste uniforme es malo

El tribunal no puede avalar esto por el solo hechos de que esta gente vista uniforme. Hay una carencia de elementos probatorios, toda la prueba es desincriminante”, aseguró.

“En este caso, en ejercicio de la defensa de Gianola Rocha voy a hacer hincapié en tres pruebas: la primera está referida al testimonio de Ariel Saucedo, un hombre que conoce la calle, vio salir a Franco Casco a las 22.10, pidió agua en la canilla que estaba atrás del portón, le dio agua y se fue caminando, lo vio”, afirmó.

En segundo lugar, mencionó que “no estábamos de acuerdo con la rueda de reconocimiento, porque era pescar en una pecera, porque eran todos policías”, Al testigo Daniel R. le dijeron, ‘le vamos a mostrar y usted va diciendo’. Cuando vio a Gianola Rocha dijo no este es Tito, es más bueno, es subjefe, no pega si es más bueno. No lo reconoció como pegador” aseguro el defensor.

En consecuencia, “esperábamos que la fiscalía diga este no tiene nada que ver”, porque el testimonio de R. dijo “no pega y eso es verdad”.

Como tercer punto de análisis de la prueba presentó el video que demuestra, que “este hombre salió de la seccional la noche del 7 de octubre. ¿Díganme que no es Franco Casco? Preguntó. Un pibe desorientado en Génova y Avellaneda, 3.38 de la madrugada del 8 de octubre, cinco horas después de haber salido de la seccional. ¿Piensan que puede haber otro igual?”, y agregó “la familia no puede venir a decir que es, porque se termina el juicio”, afirmó.

“El día 6 la querella y la fiscalía dicen todo lo qué pasó, pero no dicen quién, cómo, que patrullero, no lo pueden decir porque eso no aconteció”, aseguró en defensa de su asistido.

“Hubo grandes testimonios, acontecimientos, hemos visto de todo, pero no hemos visto una prueba incriminarte contra Gianola Rocha, lo único que hizo fue hacer una consulta legal al fiscal, el 7 a las 22,03 y por lo mismo está toda esta gente, por una mentira”, lanzó.

Se habló de un pacto de silencio entre los acusados, y Racamato citó “¿Saben que en la ley siciliana está la omertá?, es el pacto de silencio. Ahora bien, “todos se pusieron de acuerdo para no decir nada, se incorporan cinco personas para protegerlos, piensan que ante una posibilidad de tener prisión perpetua no lo habría dicho, no se habría quebrado”, analizó.

“Supongamos que sea como ellos dicen, que hicieron fueron uno por uno a decirle no digan nada”, reflexionó.

Por otra parte, señaló, que Gianola Rocha trabajaba en la seccional, sí, pero si no hubiese hecho la consulta al fiscal no habría pruebas en su contra. Álvaro Campos contestó el oficio y dijo cómo fue la conversación con él y dijo que no estaba nervioso”, afirmó el abogado.

“Señores jueces, pido que tengan presente lo expresado, que dicten resolución absolviendo de culpa y cargo a Enrique Gianola Rocha, y que no sea afectado su buen nombre y honor”, finalizó.

Luego fue el turno del defensor oficial Julio Agnoli, en representación del vecino Daniel Crespo, quien fue acusado por falso testimonio. La Fiscalía pidió 3 años de prisión, la querella de Ramón Casco no pidió pena y la querella de la hermana de Franco solicitó 4 años. Vale aclarar que la causa de este testigo se tramitada aparte y fue incorporada a la causa Casco en una de las últimas audiencias de la etapa de producción de prueba. El vecino transitó todo el proceso en libertad.

El defensor oficial dejó en claro algunas inconsistencias que observó por parte de la acusación, y enumeró las diferencias técnicas, la prueba en particular, es decir las acciones específicas que realizó el acusado.

Agnoli comenzó con “una reflexión previa sobre lo que considero una desafortunada intervención de la querella que ha tildado al señor Crespo de que existía una connivencia con la policía. No existe prueba que sustente esta irracionalidad”, afirmó. Además, remarcó que “no se puede construir desde el discurso, aunque en este país estamos acostumbrados. Vivimos diciendo, pero no haciendo nada. Pero en este caso las consecuencias son muy graves, y entiendo que la querella particular pretendía influir negativamente en el ánimo de los jueces para la resolución posterior de la cuestión”, expresó. “Pero acá estamos hablando de un falso testimonio”, afirmó el defensor.

“Cuando tomo contacto con la causa, leo el requerimiento de elevación a juicio y me pregunto ‘qué tiene que ver esto con la causa Casco’ porque en las testimoniales que dio Crespo, nunca habló de Casco, no hay descripciones físicas finas de las dos personas que menciona en sus declaraciones. Pero Álvarez dijo que una de las personas que mencionó Crespo era Casco, no lo dijo Crespo, son cosas totalmente distintas”, aseguró el defensor.

Además, hizo hincapié en “lo que menciona Crespo con relación a quien sería Casco, que en ese momento Crespo no sabía que era Casco, no yo lo sé hoy, estamos presuponiendo. Lo importante es que el hablaba de esta persona, pero no denuncia que realizó conducta típica alguna. El manifiesta que había una persona de espaldas que cruzó miradas con otro que venía mirando picaportes”, indicó, y agregó “¿de qué estamos hablando?, no es una denuncia, no es una sospecha, es una mera circunstancia que vio y la manifiesta. No hay descripciones físicas de detalles, no hay mención a conducta delictiva, solo dice que estaba sentado en una plaza y cruzan miradas”.

Entonces, planteó el defensor, ¿cómo podemos vincular a esta persona sentada con Casco? Por dos elementos, un jean y una remera manga larga oscura, nada más porque no hace otra descripción”.

“La consecuencia de esta circunstancia es que Crespo termina involucrado en esta semejante causa, pero termina siendo una víctima”, indicó Agnoli.

Luego, analizó que “en las cuatro declaraciones que le achacan a Crespo, hay dos que deben ser descartadas, porque no tienen juramento de decir verdad, porque no se les explicaron las sanciones de falso testimonio, la del 31 de octubre del 2014 en el Ministerio Público de la Acusación y la del  28 de octubre del 2014, en la sede de Asuntos Internos del  ministerio se Seguridad de Santa Fe, deonde no se cumplieron los requisitos formales, no le hicieron saber los alcances del artículo 275”, indicó.

Por otra parte, analizó las declaraciones supuestamente contradictorias para la acusacion. “Son dos. Una, si llamo o no llamo a la comisaria o al 911 antes de llamar a Álvarez, y la otra a quien vio en la parte trasera del automóvil. Porque sin duda vio a alguien y eso lo mantiene en todas las declaraciones”.

“Estas dos cuestiones no han perturbado la administración de justicia. La falsedad debe ser idónea como medio para desviar la actuación de los jueces”, para considerarla un delito. “Ahora bien, estas circunstancias, que son nimias, ¿conduce a los jueces a algún error? ¿La reconstrucción de los hechos se van a ver frustradas? Para mí no, expresó.

“Sobre la contradicción debo sumar los dichos del fiscal en el alegato, ‘estas declaraciones mendaces si bien no perjudicaron la investigación, pero podrían generar en el juez, un error en la averiguación de la verdad’. Resalto dos cosas, las declaraciones de Crespo no perjudicaron la investigación y si generaron un error, tienen la posibilidad de responderlo en la sentencia”.

El defensor oficial explicó que “tenemos la falta de lesividad, deben ver que en lo esencial Crespo no se contradijo y en lo esencial mantuvo la misma versión, lo que conduce a la absolución”.

Además, remarcó que “Crespo era un vecino comprometido con su barrio, era presidente de la asociación vecinal también trabajaba en la escuela Gurruchaga en la comisión, donde estudiaba su hijo”

Por último, expuso la primera parte de su alegato el defensor Aníbal Rodríguez en representación de Franco Zorzoli, quien llegó a juicio como participe secundario, pero en el alegato el fiscal cambió la calificación a coautor.

El defensor comenzó su alegato con absoluta firmeza: “La prueba y las 59 audiencias demostraron que es inocente y debe ser absuelto”. Aclaró que su exposición será en dos etapas, “la parte probatoria y la de derecho”.

“Pasaron 280 testigos, pero la Fiscalía y querellas se hicieron eco de 27 de ellos, detenidos de la comisaria y la Dra. Creimer. Podría tomarme eso y decir es todo mentira, pero acá estoy para demostrar que el discurso de la parte acusadora tanto pública como privada, ha sido argumentativo, circular y auto fundante, porque nada está basado en la prueba de por qué no solamente Franco Zorzoli tendría que ser culpable, sino porque todos ellos son culpables. Ellos son inocentes”, afirmó. Y agregó: “No me voy a basar en esos discursos sino en las 280 pruebas que hemos vivenciado aquí, una por una”,

“En cuanto a la inocencia de mi defendido la puedo probar porque es una persona íntegra. He formado parte de la querella en varios juicios de lesa humanidad, jamás defendería a alguien que cometió el delito aberrante de desaparición forzada de persona”, aclaró con total contundencia Rodríguez.  

Puedo hablar de la prueba, pero también del derecho porque para la desaparición forzada de persona tienen que darse los requisitos del tipo, en la próxima jornada me voy a referir que no existen en el alegato del fiscal la división necesaria de responsabilidad, habló de autores, de participes, de falsos denunciantes, pero no exhibió argumentos”, explicó.

“Cuál era la función de Zorzoli dentro de la comisaria séptima, era un suboficial que trabajaba desde el mes de junio de refuerzo solo los días pares”, señaló.

“Nos preguntamos si Zorzoli a través de todo el procedimiento, ¿era el más complicado?, y la respuesta es ‘no’. Llega a este proceso como participe secundario, y ¿por qué el fiscal Arrigo, en un discurso vano argumentó que se trataba de autoría?, ¿por qué? en el discurso de las partes nada puede ser sin pensar. Pero esto tiene una explicación, para que haya desaparición forzada tiene que haber ocultamientos, y en esos no estuvo ninguno de ellos, pero tampoco estuvo Zorzoli, porque estaba de guardia los días pares. Se consideró que mi defendido recupere la libertad porque tenía guardia los días pares, es una cuestión fáctica”, indicó.

“Y entonces ¿por qué el fiscal Arrigo lo quiere presentar como autor. Esto es porque tienen que argumentar es que la Fiscalía se había olvidado al momento de elevar la causa a juicio, es que unos argumentan que fue el 6, y nosotros manifestamos en base a documentos, a prueba testimonial y a los argumentos certeros que brindaron los aquí acusados que fue el día 7. Hay una verdad argumentada, real y documental”, aseguró el defensor.

“Estamos hablando con pruebas que las tenemos frente a las narices a lo largo de todas estas jornadas. Porque de un lado y del otro hemos tenido la lealtad procesal de escuchar y preguntar a cada uno de los testigos de las partes. Siendo que varios de los testigos de la Fiscalía me sirven de argumento para demostrar que tanto mi defendido como los consortes procesales son inocentes”, señaló el defensor.

Mucho se dijo sobre la causa de muerte de Franco Casco, y los argumentos de los acusadores fue mutando con el paso del tiempo y sobre todo en el testimonio de la cuestionada médica forense ya que “desde la acusación se dice a través del argumento de la Dra. Virginia Creimer que podría haber algunas dudas sobre la causa de muerte de Franco Casco”, pero “la documentación que nos demuestra que la verdad está de nuestro lado es la pericia científica”, argumentó Rodríguez.

Sobre la prueba científica citó la participación de “el Equipo Argentino de Antropología Forense, y el Cuerpo Médico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y no es una prueba documental solamente, tuvimos a los profesionales acá y nos dieron la razón. La prueba una vez ofrecida es del proceso, no de la parte”.

En consecuencia, dijo “el argumento de inocencia de Zorzoli es que, el real día de los hechos, el que muestra la prueba documental es que mi defendido no estaba. ¿y si no estaba, como podía ser el autor?, se preguntó.

Y la respuesta es que “aquí no se dan los requisitos del tipo especial, la parte acusadora ha formulado y formado un envoltorio en el cual ha incluido uno por uno los argumentos que tenía, han formado una teoría del caso, pero se tiene que ajustar a la realidad”, explicó.

Luego el fiscal se remitió a los hechos, “tenemos que recordar que estamos investigando: en el 2014 vino un muchacho del Gran Buenos Aires a Rosario a visitar a familiares, tuvo contacto telefónico y por mensaje, no los refirió la fiscalía y la querella porque el contenido no es conveniente para la parte acusadora. Porque la familia le pide a Franco que todavía no vuelva. Hay un denunciante, Crespo que llama y se comunica con Álvarez, sobre disturbios o cosas raras que ve en su barrio, y en ese momento acudieron con el móvil al lugar, se encuentran con una persona que luego supimos por las actas, que argumentó ser Franco Godoy. Se trata de un apellido que le era propio. Lo detienen, lo llevan a la comisaria, realizan los protocolos que deben cumplir y lo dejan aislado, por averiguación de antecedentes y luego llaman a la fiscalía y con todos los datos y al no haber antecedentes, paso lo que, en cualquier causa, se le concede la libertad. Podríamos decir en este momento que está en los papeles, alguien lo vio salir”, aseguró el defensor.

En esta audiencia se proyectó un video que muestra a un joven con las características de Franco caminando por la zona de la cancha de Rosario Central en la madrugada del 8 de octubre de 2014. “La persona del video era Franco Casco, y lo digo porque de la parte acusadora nos dijeron que era otra persona, que surgió al final de los argumentos”.

El defensor continuó y expresó “Supongamos que le creemos un ratito al fiscal, cuando dice que camina más encorvado. Son unos antropólogos forenses espectaculares, porque no puedo detectar una diferencia entre las fotos que le sacaron en la comisaría con la prueba fílmica. Ninguna de las partes me puede decir que estoy elucubrando o falseando la verdad. Saben que no es así y que estoy diciendo la verdad. Lo que vimos es lo mismo que vimos en la foto que le sacaron en la comisaria”, aseguró Rodríguez.

En base a esta prueba, expresó el defensor “esta parte no solo pide la inocencia de Zorzoli sino también que la víctima de esta causa no sean todas las partes, y si la víctima resulta la verdad, vamos a decir que no sirvieron de nada estas 59 jornadas”.

Entre las causas de muerte “se habló de golpizas, de ahogamientos, de submarino seco, de tanques. Recuerdo que brillantemente, cuando fuimos a hacer el recorrido por la comisaria. Y acá me voy a adentrar a un argumento rebatible de los dichos del fiscal. Cuando entramos a la comisaria, apenas entramos por el costado está la canilla a la que hizo referencia Creimer. Después entramos, luego de ir al transitorio, con el Dr. Gesino (defensor oficial) que había traído un láser, porque lo primero que quería detectar desde donde y hasta donde se veía. Porque escuchamos los testimonios de 27 detenidos, todos con diferentes argumentos, algunos refieren que vieron algo, la verdad es que la evidencia física demuestra que no pudieron ver nada, suponiendo que ese algo hubiera sucedido”.

También, expresó que “hemos escuchado hablar de tanques, y no está en el lugar donde dijo la Dra Creimer, vemos que la injusticia está siendo para todas las partes, y a mí que me gusta estudiar sobre los Derechos Humanos, siempre me pregunto el por qué y nunca se habló desde la parte acusadora del por que se está llevando a cabo este proceso contra gente. Mi deber es demostrar que Zorzoli es inocente, pero la prueba me ha demostrado todos son inocentes”.

El defensor se solidarizó con la familia del joven. “Esta parte ve algo muy conveniente, luego del episodio triste de la muerte de Franco Casco, me duele cuando veo a los familiares, y los acompaño, pero la justicia estuvo en deuda con ellos, no investigó la realidad, culpó a personas que son inocentes”

Además, cuestionó: “Nunca vamos a saber qué pasó con Franco Casco, porque nadie es ajeno del desarrollo de estas audiencias y personas que han tenido contacto con la causa y dicen la barbaridad que esta gente siga acusada, y saben que es verdad, porque la prueba así lo demuestra. Esperaba que el Dr. Arrigo, como lo ha hecho en otras ocasiones, dijera que no podía acusar. Pero donde está la presión, qué pasó desde el gobierno provincial socialista luego de que se encarcelara a estas personas. Empezaron a sacar a los presos de las comisarías y de algún modo pudieron manejar desde otro punto el delito, visiblemente estamos viendo que las circunstancias están peor, porque lo que antes era una averiguación de antecedentes, que llevaba pocas horas, ahora lleva de un día a tres, y ahí está el contenido político. Una de las querellas refirió el contenido político, por supuesto que es político, en el sentido de ir hacia una versión sin importar la verdad, acusando y arruinando la vida de todas estas personas”, argumentó.

No obstante, “si la justicia dice que son inocentes ellos tienen la vida destruida y la familia de Franco Casco también”, expresó.

Además, dijo que “las audiencias nos han servido para conocer la verdad. El suboficial Zorzoli a partir de junio el 2014 empezó a trabajar bajo las órdenes de Álvarez, la relación fue siempre con todos sus colegas excelente, lleva una vida familiar con su mujer y sus hijos. Yo lo conocía por mi familia, sé la clase de persona que es”.

Al referirse puntualmente a las pruebas señaló que “las mismas me dicen que entre otras cosas la Fiscalía argumentó algo totalmente falso, porque los videos lo prueban. Cuando el Dr. Arrigo le pregunta a Ramón Casco ¿cuándo va a la comisaria si le informaron?, él cuenta lo que le dijeron. Cuando al fiscal le toca alegar y falsamente a lo que es esa audiencia dice que le negaron la información, está el video de la audiencia. Entonces, ¿Por qué Zorzoli diría que estuvo un día antes de la fecha que ocurrieron los hechos? En esa fecha el fiscal intenta argumentar que se falseó todo”.


Entonces, dijo “vamos a creerle al Dr. Arrigo, que fue armado y fue otro día. Los recorridos de los móviles los pidió para los dos días, y la prueba es negativa y eso es porque se basa solo en un argumento y yo me baso en la prueba, porque la cantidad de minutos que el móvil estuvo por la zona, podrían haber llevado a una persona que estaba perdida, como argumentan que estuvo Franco Casco”.

Por lo tanto, afirmó el defensor “tengo tiempos a mi favor, que fueron probados por actas, por el seguimiento del GPS, por el día que fue y aparte tengo actas redactadas por funcionarios policiales que si hubiesen querido ocultar algo no lo hubieran documentado y no le hubieran dicho a la tía de Casco que tuvieron a una persona de apellido Godoy”.

Por otra parte, cuestionó la rueda de reconocimiento que se realizó en el debate. “Un reconocimiento impropio, porque eran todos policías. Y cuando le preguntaron a un testigo dijo que Zorzoli era bueno. Nadie lo menciona como un golpeador, que es toda una elucubración para que le cierre a la fiscalía que fue un día y no el otro, para poder decir que falsearon los datos. Pero puedo afirmar y probar que mi defendido no tenía nada que ver”, aseguró.

Entre otro de los requisitos que exige el tipo de delito, se encuentra “la connivencia de las partes”, explicó el fiscal, “o sea estas personas se tuvieron que poner de acuerdo en golpear, en asesinar, en falsear prueba y que el cadáver caiga al rio. Hemos llegado a escuchar que aprovecharon un corte de luz de la EPE para sacar a Franco de la comisaria, cuando vimos en la inspección que no se podía ver nada. Y por qué la fiscalía y la querella no ofició a la EPE para que diga si hubo un corte de luz en la zona. ¡Era una prueba copada! No lo hicieron porque su discurso es auto fundante, dice una cosa que no es verdadera. Miente, miente que algo quedará”, expresó.

Luego de esta referencia, Rodríguez habló “a cerca de otro testimonio, en el cual uno de los detenidos refiere a que habla a la distancia, y en un momento refieren que se trata de Franco Godoy por un amigo. ¡Qué casualidad! Pero después refirió que era Franco Casco. ¡Los felicito a los fiscales!, ojalá que todas las veces que he querido que la Fiscalía les crea a mis imputados les creyera a los reos siempre así, la fiscalía les cree como si fuera la biblia, ¡pero son delincuentes! Mientras tanto, veo a auxiliares de la justicia que se la juegan con un sueldo que no es el que corresponde”.

Nuevamente, Rodríguez, quien participó en varios juicios de Lesa Humanidad, pero como querellante, afirmó de forma categórica: “No los hubiese defendido si estuviera convencido que son responsables de desaparición forzada”.

Por otra parte, coincidió con la postura de la Dra. Evangelina Lardone de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación “que en democracia se puede hablar de delito de lesa humanidad, pero no acá porque no hay motivo para que una persona que ellos no conocían, que entró por averiguación de antecedentes, se hicieron las consultas, que salió caminando, que vinos que estaba perdido en la cancha de Central y apareció 22 días después flotando en el rio. ¿La fiscalía se ocupó de documentar que había pasado en esos días? No, no investigo nada de eso”.

Como contrapartida, “los imputados sufren la desgracia de estar hace muchos años detenidos”. Y comentó: “El comisario Álvarez, todas las personas de la policía han referido que es una persona brillante, lo hemos escuchado, pero además es muy expeditivo. Y ninguno de los coimputados me ha referido, el uno del otro como una mala persona”, lo cual puede ser una apreciación parcial.

Pero para despejar esa duda, dijo que “Zorzoli después de haber pasado por diez comisarías nunca tuvo un llamado de atención, nunca tuvo ninguna causa generada y como será de trabajador que aparte ha trabajado en otras funciones, no asociadas a la seguridad, trabajó en la construcción, como remisero, estamos hablando de una persona que no necesitaba vivir en el submundo policial que busca cometer ilícitos, los delitos lo cometen la gente que ellos ayudan a la justicia a llevar a los estrados”.

También hizo referencia a la prueba concreta “a la cual nos vamos a referir”. Y dejó en evidencia errores groseros que cometieron los acusadores, “no vamos a hablar de Pablo A. como Carlos A., como dijo el fiscal sobre su testigo estrella, tampoco vamos a decir que lo encontraron en el Rio de la Plaza como furcio, no nos va a pasar eso”, cuestionó.

“Cada uno construye la historia como quiere, como hizo la Fiscalía, pero acá hablamos de verdades, y tenemos que referirnos a versiones, que no es lo mismo que los argumentos y queremos ser precisos. La versión de todos ellos sostiene que Franco fue detenido 13.15 horas del 7 de octubre y liberado a las 22.05 del mismo día. Esa es la realidad, nos referimos en un hecho concreto, lo que vieron cuando estaba saliendo de la comisaria, el video, la compatibilidad del video con la foto, los horarios de entrada y salida de cada uno de ellos, lo hemos visto”, dijo el abogado.

A pesar del paso del tiempo, y muchos de ellos están detenidos y no vienen a la sala de audiencia, “han mantenido su relato, hay coherencia, acá no hay 19 versiones de los hechos por parte de los acusados. Hay una sola versión y es la verdad. La verdad es algo en lo que es muy fácil ponerse de acuerdo».

Se refirió también a los entonces fiscales, “Álvaro Campos y Guillermo Apanowicz, dos profesionales intachables, que no podemos decir que hayan favorecido a ninguno de nosotros. Entonces, por qué el fiscal se basa en dichos de detenidos y de una perita de parte, y no se basa en el testimonio de dos personas intachables. Pero vamos a olvidarnos de lo que dijeron los imputados, ¿qué interés pueden tener Campos o Apanowicz para decir que actuaron correctamente. Y lo primero que me van a decir es que ellos pudieron haber falseado la documentación de averiguación de antecedentes y con eso llamaron a Álvaro Campos, pero para que lo iban a hacer. Y la respuesta la da antojadizamente la querella al decir que es una actividad permanente de la policía de Santa Fe, intentar divertirse con eso. Tendrían que ser gente perversa y no lo son. Podría haber un interés económico, Franco no era una persona de muchos recursos económicos, entonces el fundamento es que lo hacen sistemáticamente”.

“Recuerdo en una de las audiencias, le preguntaron a Álvarez, ‘ocultamiento, no sé de dónde salió esa fantasía, fueron cuatro años esperando para llegar a esto, y esto es jornadas en las que hemos hablado de la prueba y la prueba de la Fiscalía fue la más contundente y fuerte para esta defensa”, expresó.

En ese sentido se refirió a la falta de algunas piezas dentarias de Franco Casco, que fue motivo de muchas controversias. “La avulsión de los tres dientes, dijeron que se argumentó por una golpiza, pero cuando escuchamos a los peritos dijeron que no era así. Tenemos una de las tantas diferencias con la Dra. Breiner, pero su opinión es como la que podría tener cualquiera de nosotros porque no es odontóloga”.

Otra prueba que surgió “en la tercera jornada de juicio, declararon 13 de las personas imputadas, de las 13, llamativamente, el discurso se fundamentaba en la documentación, porque todos hablaban de la verdad. Mi defendido Franco Zorzoli, entró al proceso, luego en base a la prueba le conceden la libertad y llega a juicio como participe secundario, pero se habían olvidado que él no había estado, era verdad nuestra postura, había sido el día 7. Y el trabajo de la fiscalía no fue lo suficientemente rápido y se dio cuenta por la mitad. Pensémoslo de otra manera, sino para que iban a cambiar la imputación a mitad de juicio. No tenemos ningún argumento ni contraargumento para decir que lo que estamos diciendo es ajeno a lo que pasó”.

En este punto se refirió “a las inspecciones que realizamos con las partes. La comisaria séptima tiene la característica de ser como muchas otras, por tener la estación de colectivos dentro de la jurisdicción tiene más actividad los fines de semana. Es innegable, hoy sería igual. La distribución que vimos en el croquis, es que ingresamos a la comisaria y nos encontramos con oficinas, donde están los funcionarios policiales de mayor rango, por la otra puerta está la canilla, luego nos encontramos con un pequeño patio, allí ingresamos a la oficina de guardia y por detrás nos encontramos el sector de penales y el transitorio, allí estuvo demorado durante pocas horas, Franco Casco. En ese lugar escuchamos de los testimonios, no solo versiones distintas, sino que según la fiscalía da certezas de fechas. No hay que ser un genio para darse cuenta que las personas que declararon aquí no se acordaban de las fechas en las que estuvieron detenidos. Cómo podrían recordar un día en el que no pasó absolutamente nada”, afirmó.

Además, puso en tela de juicio una cuestión. “No tenían visitas esos detenidos?, ¿porque a las visitas no les dijeron mira lo que está pasando acá?, el otro día fajaron a uno y se lo llevaron, no lo hicieron. Como se iban a acordar de un día que no paso nada.  No hubo ninguna denuncia. Si lo hubiesen hecho el fiscal hubiera traído a los familiares a los cuales se les habría dicho tal cosa.  A ninguno trajeron. Estamos hablando de gente que no tiene una moral intachable, de gente que cumplió condenas, y tienen una memoria frágil. Tampoco hicieron referencia a hechos que nos den certezas de las fechas en la que dicen que ocurrieron”.

“Por qué descreer de un funcionario policial que nos dice que Franco salió caminando de la comisaría el día 7. Porque dicen que caminaba más encorvado y no era el andar de Franco, porque se hubiera terminado acá el juicio. Si fuera verdad lo que dice la Fiscalía de que esa persona es otra, lo hubiesen traído aquí a sentarse, pero no lo trajeron, porque no les servía la argumentación”.

Hablando de los discursos que se han hablado con los detenidos, dijo ‘me entere de Franco Casco por las noticias, estuvo preso de marzo a octubre del 2014 en el penal 2 me di cuenta cuando miramos la tele, junto con los otros detenidos escuchamos que había estado detenido en la séptima y lo habían encontrado muerto, pero lo tomamos como algo normal, no lo vi ni escuche y no sé si los otros lo vieron y lo escucharon”, entonces no hubo “diálogo entre los presos y Franco Casco como nos quiere hacer creer la parte acusadora”.

“No fue algo hablado, argumentado, tenemos que escuchar que esa persona dijo que todos los días hay muchas personas detenidas. A los que llegaban por averiguación de antecedentes los metían en la jaulita y había muchos gritos. Todos sabemos que adentro de la comisaria hay alguno que grita como loco. La noche no la identifican.  Entonces pasa el detenido Diego, y dice que estuvo en el penal 1 que vio el caso en el noticiero, dice que había gritos se escuchaba, pero no se veía para la jaula. Lo demostramos con el láser. Han demostrado que se alejaron llanamente de la verdad”, remarcó.

En otra etapa del alegato se refirió a las contradicciones, “en esta causa, se dijo al hablar de la prueba documental y medica que se ha reiterado varias veces porque estaba contradicha por la Fiscalía, porque se dudaba de la certeza en el examen microscópico. El examen de microscopio del pulmón dice que ‘presenta marcada putrefacción, pero se puede observar sobre distensión, ruptura de tabiques alveolares, adelgazamiento de los mismos, se consideran todos ellos juntos más la hemorragia expreso esto, pero para la parte acusadora, asfixia por sumersión”.

Sobre el mismo estudio dice, “en el examen traumatológico a la inspección este cadáver no presenta injurias médicas, ni lesiones. Esto lo dice gente muy experimenta”

Otro examen, odontológico dice “de la observación detallada de los alveolos abiertos del maxilar superior zona anterior corresponde a las piezas dentarías perdidas, incisivo central derecho, incisivo central izquierdo e incisivo lateral izquierdo. Este tipo de lesión ósea relaciona la perdida de las tres piezas dentarias, con trauma, acompañado de avulsión espontanea de los tres dientes”, aseguró.

En ese contexto, manifestó: “Se dan cuenta que la prueba dura manifiesta que no hubo golpiza, que no hubo encono con Franco Godoy, Hubo un llamado de una persona, acudió el personal policial, a veces se quejan de que el personal policial no realiza su trabajo, pero cuando se realiza se lo cuestiona”, se quejó.

Finalmente, “lo vieron salir y lo vieron cerca de la cancha de Central, lo vieron fuera de la comisaria. Respecto a la continuación de la prueba, vamos a hablar del ‘produce informe’, que refiere a Franco Godoy de 22 años de edad, con domicilio en calle 12, 3735 de Buenos Aires, se presentó como Gabriel, se da intervención al Dr. Campos. La fiscalía y la querella argumentan que este nombre, lo escuche de Mariano Maciel, podría haber hecho caso omiso a eso, pero en una comisaría cuando se redactan los informes es quien el que toma nota no es el qué pasa a máquina, cuando refieren a Gabriel puede ser que haya quedado una denuncia anterior, me pasó que en un procesamiento me llego con el nombre de otra persona, y agarrarnos de esto para decir que hubo encubrimiento, no empecemos a decir cosas que no son”.

Por otra parte, planteó que “cada uno de ellos dice que el imputado se retira de la dependencia a las 22.05 el mismo día 8 de octubre de 2014. Y ahí está la discusión. Se detuvo a una persona, se la llevo, se hicieron los trámites y se fue, que sucedió en el medio, no sé”.

Cuando una persona realiza una respuesta punitiva tiene que demostrar que va a ejercer la menor fuerza posible, entonces si hubiese estado armado, no le inventaron una causa.

Cuantas de las victimas llegaron a la causa Feced por averiguación de antecedentes, ninguna”.

Otra parte de la prueba “es cuando dicen la policía tiene el poder de la vida y la muerte. Que un fiscal después de que una persona quedó detenida y diga que esto no denota una irregularidad es increíble. La policía no tiene el poder de la vida y la muerte, porque las resoluciones quedan en el papel si no tenemos policía”.

La fiscalía argumentó que cuando aparece el cuerpo de Franco Casco, había sido luego de un silencio oficial, la familia cuando fue a averiguar a los dos días y pregunta si estuvo ahí Franco Casco, le dicen no acá estuvo un Godoy, se terminó el ocultamiento, uno de los requisitos de la desaparición forzada”.

Por otra parte, la investigación continuó, pero en la comisaria 20. «No nos dijeron que es lo que ocultaron para que se dé el delito de ocultamiento de prueba. ¿Acá tenemos al personal del 6 o del 7?, los tenemos a todos, porque los acusadores no tienen certeza. La gravedad que tiene pensar que el poder que tiene la policía es sobre la vida y la muerte».

«Ninguno de ellos pienso que se haya querido meter en la policía para hacer sufrir a alguien, puede ser proteger a alguien la seguridad, la investigación, la salida laboral, pero los casos de gente perversa que se meten en la policía para empuñar un arma son aislados, pero acá no”, dijo el defensor.

“Mencionaron textos de los libros de guardia, en estos libros surge que había acontecido en las jornadas, y se habla del horario, pues estar mal puesto en el margen, y se estila ponerlo de esa manera, porque hasta tanto no sea digital, como se anotan lineal, y si te olvidas, se anota en el medio, si fuera digital sabríamos en qué momento agregamos el dato. De todas maneras, las actas policiales se van completando a medida que se va desarrollando el trabajo”, explicó en base a los errores materiales incontables veces mencionado por la parte acusatoria.

Por otro lado, “estuvimos con gente que eran veedores, quienes controlaban a la comisaria y trajeron un detalle importante, uno de ellos dijo que no había novedades. Arrigo preguntó, porque usted no entraba y controlaba, dijo ‘no’ porque hablé con el personal. La mirada desde afuera supieron que el día 6 y 7 no paso nada fuera de la normalidad”.

El defensor Aníbal Rodríguez continuará con la segunda parte del alegato el próximo 31 de mayo. «Para demostrar que mi defendido y sus consortes son inocentes», concluyó.