En la sala 2 de los Tribunales provinciales comenzó hoy el juicio oral y público por el asesinato del líder de la banda narco de barrio La Granada, Claudio «Pájaro» Cantero. Por la muerte serán juzgados Luis «Pollo» Bassi como instigador del crimen; Milton Damario y Facundo Muñoz como los autores materiales; y Orlando Zalazar por tenencia ilegal de armas en el marco de este hecho.

Luego de un cuarto intermedio se conocieron los alegatos de aperturas de las partes, en primer lugar el de los fiscales y en segundo orden las defensas expusieron los suyos.

Tras las réplicas y respuestas a los cuestionamientos de las partes los imputados hicieron sus declaraciones en el mismo orden que expusieron sus defensas.

Así en primer lugar se conoció la declaración de Luis Orlando Bassi quien expuso un claro un pedido a los jueces y a los fiscales. Pero antes respondió a la pregunta del juez «claro que entiendo la imputación que se me realiza». Y continuó «tengo un pedido para los jueces y fiscales, quiero una justicia imparcial y no funcional. Porque cuando la justicia es funcional deja de ser independiente y yo quiero en este juicio que la justicia sea independiente como no lo fue durante este proceso, antes de llegar a este juicio. Como tampoco se mencionó, no tengo nada en contra de los fiscales ni de los jueces y se lo digo con el mayor de mis respetos, en el momento de la investigación no se ha acusado a mi juicio a personas que han sido nombradas tanto como testigos por familiares. Los que llevaron a cargo esta investigación no han llamado acá al actor principal, no se lo ha traído. No se porqué el fiscal tomó esa decisión no investigaron a las personas que tendrían que haber investigado realmente y que son las personas que hoy tendrían que estar acá y no yo».

Además se quejó «lo que yo quiero es que la justicia sea independiente y que se sepa la verdad, que es lo único que me interesa. Porque soy hijo de un padre asesinado y hermano de hermanos asesinados, por eso lo único que quiero es que se sepa la verdad, que se diga la verdad. También quiero aclarar que yo vine y mi presenté sólo acá en el juzgado a solucionar este problema. Y se lo aclaré al fiscal, que quería que se aclare y que se sepa la verdad. Fui el que más pruebas presentó en su momento de todo lo que hice ese día, de toda mi actividad y nadie me escuchó. Tampoco entiendo porque no se escucha a la familia de la víctima que dijo cómo fue, quien fue y hemos llegado hasta acá con lo que sea ha armado, no con lo que se ha investigado. Cualquiera que vea la causa podrá ver que no se investigó nada», concluyó.

Además, manifestó que en esta declaración no va a responder preguntas pero si está dispuesto a hacerlo a lo largo del juicio.

Por su parte, el imputado Facundo “Macaco” Muñoz, fue más escueto y conciso en su alocución y expresó que “quiero que se demuestre la verdad, soy inocente. Perdí a un padre no quiero decir nada más. Voy a responder preguntas en el juicio, hoy no.

A su turno, Milton Damario, dijo “voy a hacer una manifestación, quiero que se termine este calvario. Perdí a mi padre, hace 4 años que estoy preso. Soy inocente y eso está demostrado en los papeles. No tuve justicia por mi padre. Voy a responder preguntas en el juicio, pero hoy no”.

Luego continuó el acusado Osvaldo Zalazar, quien se explayó un poco más y al final de su declaración le extendió bendiciones a los jueces.

Zalazar dijo que “primero quiero demostrar mi inocencia. No tengo relación con la muerte de Cantero. Vivo con mi madre y donde dicen haber encontrado las armas no había nada. En el lugar donde vivo con mi madre y mi hermana no encontraron nada. Siempre fui una persona de trabajo compré un departamento con la indemnización que cobré después de 4 años de haber trabajado en un aserradero. Lo puedo demostrar con papeles. El día que secuestraron las armas entré a mí a mi departamento a las 6.30 con dos chicas. Después que las chicas se fueron, vinieron (policías) con una orden de allanamiento me dejan dos horas tirado en la cama y en ese momento no había armas, no tengo nada que ver con la muerte de Cantero”, reiteró Zalazar en varias oportunidades. Y agregó “si dicen que eran mías tienen que tener mis huellas, si fueran mías me haría cargo pero no son mías. Pedí pericias de las huellas y no la hicieron. Estoy metido en algo que pone en riesgo a mi familia. Quién me da seguridad de que a mi familia no le pase nada. Sólo puedo pedir a Dios que proteja a mi familia, no tengo más nada para decir. Bendiciones”, remató.

Luego de la declaración de los imputados le tocó el turno a los testigos de la fatídica noche. Ellos fueron Germán Solís, oficial principal de la policía de Santa Fe, quién esa noche estaba a cargo de los adicionales para la custodia del boliche Infinity Night. Luego fue el turno de Cristian Leiva, también empleado policial quién se desempeñaba en la comisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez y fue quien recibió el llamado que advertía sobre un hecho ilícito con un herido en el boliche y se dirigió al lugar. Por otra parte, también testificó Ramón Saucedo, un cuidacoches que se desempeñaba en inmediaciones del boliche para cuidar las motos que los clientes del local bailable estacionaban en el lugar.

El testigo Germán Solís, oficial principal de la policía de Santa Fe quien se desempeña desde el año 2000 en la Fuerza y actualmente en el Cuerpo Guardia Infantería recordó que la noche del 26 de mayo del 2013 «trabajaba en la en el boliche Infinity Night como adicional, con 3 empleados más de la policía. Nos encargabamos de realizar las requisas en el ingreso del boliche. Pero a las 5.30 aproximandamente escuchamos una explosiones del lado este de la entrada al boliche. Yo estaba en la puerta, había unas 100 personas en el ingreso. Por el lugar pasaban motos por eso escuchamos algunas explosiones y las confundimos. Por un momento no sabíamos si se trataba de disparos o de los cortes que hacen las motos que tienen ese sonido. En un momento, la gente empezó a correr y a gritar, se armaron unas corridas y aseguramos la entrada del boliche, para no poner en riesgo a los que estaban adentro. A los 5 minutos voy hacia calle San Martín a unos 40 ó 50 metros hay un galpón de camiones y alcanzo a ver varias vainas servidas y aparentes disparos contra la pared, y algunos rastros de sangre. Llamé a la comisaría y viene el subcomisario Ramírez, el inspector de zona y el Gabinete Criminalístico. En ese momento no veo personas heridas y otros me dicen que ya se lo habían llevado al hospital. Por comentarios me dijeron que era Cantero. Lo conocía porque iba todos los fines de semana.Conocía al dueño Diego Demarre pero los últimos tiempos no iba, había una persona a cargo que era Oscar Aguirre. Esa noche estaba pero Demarre no. Llegué a preservar la escena, pusimos cintas perimetrales, le dije al encargado que deje cerrado el boliche y yo me fui a la comisaría a labrar el acta. En el lugar había quedado el móvil del Comando en custodia. Serían las 7 de la mañana cuando me fui». Luego respondió algunas preguntas de los defensores de Bassi y Damario, en el mismo sentido.

A su turno, el testigo Cristian Leiva, también empleado policial respondió las preguntas de la fiscal y manifestó que «trabajo en la comisaría 26ª desde el año 2010. El 26 de Mayo de 2013 me comunican sobre un hecho ilícito en el boliche Infinity Night y pido un móvil para ir al lugar. El llamado fue porque como consecuencia de disparos había una persona herida que había sido llevada por particulares al hospital. Inspeccioné y preservé el lugar del hecho. No recuerdo la cantidad de vainas pero estaban en agrupadas en forma lineal sobre la calle, aproximadamente a un metro de la vereda. Todas sobre la calle, había una zapatilla junto a la pared y marcas que presumí eran impactos de bala a unos 40 metros del ingreso.  Al interrogar a los testigos no aportaron datos del Heca comunicaron que era Cantero».

Por su parte, el cuidacoches Ramón S. recordó que «esa noche estaba cuidando motos en el boliche,  estaba hablando con otras personas en la entrada y de pronto se escucharon unas explosiones parecían esas motos que tienen los escapes que hacen ruido. Pero de repente la gente empezó a gritar que había un herido y nos pusimos a resguardo. Alcancé a ver que subían a una persona a un auto pero lo vi a unos 60 metros aproximadamente la gente corría para todos lados algunos decían que fue el «Pájaro». Lo conocía de vista, cuando iba al boliche llegaba como cliente, como cualquier otro cliente. A veces en un auto descapotable, venía con cuatro o seis personas. No le prestaba mucha atención, era un cliente más», manifestó el testigo.

Juicio por la muerte de «Pájaro» Cantero: acusan al «Pollo» Bassi como instigador