El expresidente de la sociedad que explota el Puerto de Rosario, el financista Gustavo Shanahan, fue procesado por narcotráfico junto a un piloto de avión peruano que ya está condenado dos veces por ese delito y quien según la investigación cambiaba el dinero de ese negocio ilícito por dólares en una “cueva” perteneciente al empresario.

La banda fue desarticulada el 14 de octubre pasado luego de que un miembro de la Policía Federal Argentina (PFA), que realizaba tareas encubiertas en Villa Banana –donde operaba un punto de venta de drogas- fuera baleado al tirotearse con una persona a la que seguía, recordaron fuentes del caso.

Tras 23 allanamientos, personal de la PFA secuestró 3,5 kilos de cocaína, 34 millones de pesos y 30.000 dólares en efectivo y detuvo a ocho personas.

El juez federal 4, Marcelo Bailaque, procesó a Shanahan, propietario de una financiera ubicada en el centro de Rosario y expresidente de la empresa que explota el puerto local, por venderle dólares a la banda liderada por Julio Andrés Rodríguez Granthon, un hombre que está presó en la cárcel de Marcos Paz por narcotráfico.

En la misma resolución, el juez procesó a Rodríguez Granthon, alias “Peruano”, un piloto de aviación civil de esa nacionalidad, como organizador de tráfico de estupefacientes.

El “Peruano” ya fue condenado a 12 y 10 años de prisión por ese delito en dos juicios orales, uno de los cuales compartió como acusado con el jefe de la narcobanda “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero.

Además, Rodríguez Granthon está imputado como partícipe del asesinato del exconcejal de Rosario, Eduardo Trasante, padre de una de las víctimas del triple crimen de militantes sociales ocurrido en Año Nuevo de 2012 en esta ciudad.

El juez también procesó a Alexis Ezequiel Manzo, Alfonso Sciortino, Juan Román González, Néstor Ciotti, Gustavo Báez Aguilar y Richard Galeano Vazquez.

Los dos últimos, de nacionalidad paraguaya, fueron señalados como responsables de una “cocina” de cocaína que funcionaba en Espinosa al 6200 de esta ciudad santafesina.

La pesquisa se inició por una denuncia acerca de un “búnker” de venta de cocaína situado en calle Valparaíso al 2700 de Villa Banana, un asentamiento ubicado en el oeste de Rosario.

Al escalar en la cadena de comercialización, los investigadores de la PFA detectaron que quien organizaba el comercio ilícito era Rodríguez Granthon, que daba las órdenes desde la cárcel.

Los seguimientos realizados por la PFA durante la pesquisa permitió descubrir que uno de los procesados, Marcos Díaz, acudió en varias oportunidades a la financiera de Shanahan.

Según el auto de procesamiento, ingresaba con bolsos vacíos que, al salir, lucían llenos.

En uno de esos seguimientos, el 10 de septiembre pasado, Díaz fue hasta la financiera con un bolso estampado tipo camuflado, que luego fue secuestrado en el comercio del financista Shanahan con dinero en su interior.

La resolución señala que a Néstor Ciotti y a Gustavo Shanahan la imputación consistió “específicamente en la recepción de sumas de dinero provenientes del tráfico ilícito de estupefacientes”, lo cual los convirtió en miembros de la organización criminal.