Por Marcelo Chibotta

Rafael Arrastía es especialista en entrenamiento de oratoria y de exposición pública frente a los medios de comunicación, y describió a Conclusión algunas de las posturas, gestos y lenguaje que tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri expusieron frente a las cámaras.

Consultado sobre lo que al principio pudo verse a simple vista, como fue el uso de corbata por parte de Scioli y no así de Macri, Arrastía explicó: «Lo que habría que preguntarse es si Durán Barba le sacó la corbata a Macri porque justamente uno de los problemas que tiene su equipo es que su candidato es muy frío y muy distante de la gente. Por eso toda la campaña se basó en que Macri abrace gente, eso es indiscutible».

«Entonces, al sacarle la corbata lo hacen menos estructurado, posiblemente más juvenil y alguien podría interpretar que por ello luce más cerca de la población», destacó el profesional.

Más adelante dijo que «Scioli, al usar la corbata, está dando una imagen del protocolo presidencial y de autoridad, que en su caso es importante, porque desde la oposición le endilgan que él no va a tener autoridad, sino que la va a tener Cristina por control remoto».

«Por ello, es importante para Scioli marcar presencia física de que él tiene autoridad, y el detalle de la corbata es casi imperceptible, pero inconscientemente le aporta más hacia esa imagen. Y a su vez, Scioli no tiene tanto la necesidad de acercarse a la población porque en la forma de hablar es mucho más popular», añadió Arrastía.

Enseguida, el docente detalló: «En el primer bloque, se notó que Macri viene estando muy preparado desde hace varios meses y con todo un discurso de buenas ondas que lo tiene muy asumido, practicado y se sonreía más. Y dentro de esa tranquilidad, se permitió ‘mojarle la oreja’ a Scioli por ejemplo con lo de 678, quien no estaba tan cómodo porque le estaban achacando algo de lo que no fue responsable, pero que al mismo tiempo lo tiene que defender».

«Esa situación lo puso tenso, pero si él hubiera estado mejor preparado, ya tendría que haber sabido eso y hubiera estado más tranquilo. Para mí faltó que Scioli le dijera ‘bueno, vos elegís el camino de la agresión y el insulto’, aprovechando cuando Macri le dijo, por ejemplo, cínico, mentiroso y trucho», apuntó el especialista.

No obstante aclaró: «De cualquier manera, hay que ver que le dijeron a Scioli porque pudieron haberle sugerido que no responda a ninguna provocación».

Seguidamente, Arrastía señaló que aunque Scioli estaba más tenso, sonaba más auténtico, sobre todo en la segunda mitad del debate cuando se soltó más. Antes, en la primera mitad, cuando era criticado por Macri, tenía un gesto muy adusto».

Ante la pregunta de si hubo errores comunes, Arrastía indicó: «Para mi hubo un error de ambos en sus discursos y es que dieron por entendido que la gente entiende todo. Por ejemplo, Scioli dijo que ‘Macri vetó tantas leyes’ y no toda la gente entiende eso. Entonces hay palabras que hay que explicarlas y aparentemente los equipos asesores no repararon en ello».

«Por otra parte, otra cosa que Macri tenía más asegurado era el control del tiempo, porque o entraba justo o le sobraban un par de segundos. En cambio, Scioli se pasó sistemáticamente del tiempo otorgado, eso quiere decir que no estaba tan preparado y podría interpretarse como una incómoda ruptura de las reglas», afirmó.

También, el especialista en el entrenamiento ante medios observó: «En general Macri no tiraba propuestas y por ejemplo en el bloque de cierre, parecía un pastor evangelista, aunque también lo vi canchero y sobrador. Se puso nervioso con lo de la trata, había algo inconsciente que se expresaba en su intranquilidad».

«Un detalle a favor de Scioli, fue cuando le pidió a todos los argentinos que voten en defensa propia y se puso la mano en el corazón; eso indica algo de sinceridad y de afectividad. Y otra cosa que debió haber repetido fue cuando dijo ‘conmigo no, Mauricio’, frase que en su momento utilizó Beatriz Sarlo frente a Orlando Barone, porque ello quiere decir que nadie lo pasa por arriba, ni Mauricio ni Cristina», destacó Arrastía.

Seguidamente, recordó dos momentos más a favor de Scioli cuando «se sonrió por primera vez después de decir lo de ‘copie y pegue’ y cuando se puso la mano en la oreja varias veces, dando a entender que escuchaba al pueblo».

No obstante, el especialista destacó que «en líneas generales, Macri estaba mucho más entrenado para decir un mensaje del tipo de ‘autoayuda’, aunque hay que ver cómo lo interpreta cada persona. Estuvo más tranquilo que Scioli y pudo hacer su trabajo».

«Por otra parte, lo que hay que destacar es que Macri mejoró mucho lo de la articulación y dicción, cuando dijo que había hecho un entrenamiento para sacarse ‘la papa de la boca’, tan propia de la zona de San Isidro o del colegio Cardenal Newman, que es privado y súper elitista», referenció el docente.

Finalmente, Arrastía concluyó: «En síntesis podríamos decir que a Macri lo noté más suelto y a Scioli más auténtico».