Por Aldo Battisacco, enviado especial a Buenos Aires

En el marco de la sinuosa maratón legislativa -de diciembre- que le imprimió el Ejecutivo al paquete de leyes económicas, la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados se reunió este miércoles para analizar el proyecto de Presupuesto 2018, con la intención de debatirlo en el recinto mañana mismo.

Según se informó, la Comisión -que preside el oficialista Luciano Laspina- fue convocada por Cambiemos para intentar obtener el dictamen que permita tratar la iniciativa en el recinto. Casi al término de la reunión, el legislador santafesino dijo que “acomodar las cuentas públicas de manera gradual implica tomar crédito para no suspenderlas obras que se necesitan”.

Si el oficialismo consigue el apoyo de la mayoría de la Comisión, el proyecto se tratará este jueves en una sesión especial, en la cual también se debatirán otras iniciativas del Gobierno: la prórroga del Impuesto al Cheque, el Consenso Fiscal y la Responsabilidad Fiscal.

El proyecto de Presupuesto 2018 prevé un crecimiento económico del 3,5%, una inflación del 15,7% y contempla bajar el déficit primario al 3,2% del PBI. Así lo explicó en diálogo con Conclusión el diputado Laspina, quien puso de relieve que el mismo “mantiene el ritmo de obra pública e incorpora la participación público – privado para las obras de gran magnitud”.

El Gobierno, además, estableció como meta inflacionaria para 2018 una similar a la fijada por el Banco Central, un 10% con un mínimo del 8% y un máximo del 12%. Al respecto, el legislador macrista indicó que “con el esfuerzo del banco central, el Gobierno y todos los argentinos vamos a seguir por la senda de reducción de la inflación, a pesar que es un animal difícil de domar”.

Consultado por este medio sobre el ritmo de endeudamiento previsto para el próximo año, Laspina argumentó: “Acomodar las cuentas públicas de manera gradual implica tomar crédito para no suspenderlas obras que se necesitan”.

Y agregó: “Es el camino elegido para evitar caer en la maquinita de imprimir pesos o recortar obra pública que no queremos. Creo que por suerte hay confianza en los mercados internacionales, pero no tenemos que abusar”.

También anticipó un dólar a $19,30, un aumento de las importaciones por encima de las exportaciones y un incremento de la inversión del 12%. “Las metas del tipo de cambio son indicativas y en Argentina hay un régimen de flotación cambiaria, acá lo importante es que tomemos la cultura de pensar en pesos y a los fines del presupuesto no tiene más relevancia”, agregó.

En relación a la demanda de obra pública por parte de los gobernadores, admitió que “es parte de la discusión presupuestaria”. “El plan de infraestructura que tenemos es tremendamente ambicioso pero nunca alcanza lo suficiente y estamos conversando con diputados para ampliar las obras en varias provincias”, concluyó.

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