El secretario de Asuntos Políticos de la Nación, Adrián Pérez, expresó hoy que «fue una frustración muy grande» no haber podido generar consenso suficiente para aprobar el voto electrónico, lo adjudicó a la actitud de los gobernadores, que «se pusieron muy firmes en no cambiar nada».

Con resignación, el funcionario del Gobierno nacional repasó los motivos que llevaron a que el proyecto del Poder Ejecutivo quedara de momento sepultado.

«Algunos gobernadores se pusieron muy firmes en no cambiar nada y para nosotros fue una frustración muy grande. Hubo muchos gobernadores que se manifestaron a favor de la reforma. Pero
otros que no estaban dispuestos a aceptar ningún cambio y esa es la posición que ganó», explicó en declaraciones a radio Del Plata.

A continuación, el ex dirigente de la Coalición Cívico detalló las virtudes que a su criterio contenía la reforma, como la capacidad para evitar el robo de boletas, la eliminación de
listas colectoras y el traspaso del escrutinio a la Cámara Nacional Electoral.

«El proyecto favorecía la transparencia, le daba más agilidad al proceso y equiparaba la competencia», subrayó Pérez, que agregó que el «sistema actual tiene muchas vulnerabilidades».

El secretario de Estado cargó las tintas contra los senadores de la oposición, a quienes responsabilizó por generado un «clima de hostilidad y agresividad» hacia quienes opinaban a favor del
voto electrónico durante el debate en comisión, y por no haber convocado a la reunión a técnicos informáticos que no estuvieran «muy en contra» de la iniciativa.

«El clima para aquel que opinaba a favor era muy hostil en la comisión y mucha gente no quería estar expuesta a esa situación.

Nadie convocó en el Senado a otra gente que no sea la que estaba muy en contra. Cuando hicimos las reuniones previas había mucha gente que estaba a favor y que no está muy acostumbrada a un
clima de hostilidad y agresividad que se dio», consideró.

En este marco, Pérez acusó a la oposición en el Senado de no haber tenido «voluntad» política para consensuar un «texto alternativo», y por haber elegido el «peor camino» que fue suspender el debate este año.

«Pudo haber errores en el proceso. El proyecto venía avanzando bien, lo que falló fue convencer al bloque FpV-PJ»