Por Sergio Farella

La reunión de la canciller Susana Malcorra con el primer ministro del Líbano, Taman Salam, en mayo pasado despertó la alerta: los fiscales que investigan el atentado a la Amia insistieron al Gobierno para que intervenga a fin de facilitar la extradición desde ese país de dos sospechosos.

A la par de lograr la captura y extradición de los iraníes sospechados de volar la Amia, los fiscales Sabrina Namer, Leonardo Filippini y Roberto Salum ahora insisten también con los pedidos para que el Líbano entregue a dos de sus ciudadanos acusados de ser parte de la maniobra.

Se trata de Samuel Salman El Reda, sospechoso de coordinar el ataque en la Argentina y tener bajo su mando la logística; y de Imad Fayez Moughnieh, de la organización Hezbollah.

No obstante, se sospecha que Moughnieh murió años atrás al explotar un coche bomba en la puerta de la embajada de Irán en Damasco, la capital de Siria.

Incluso, los fiscales también piden información sobre la ubicación de la familia de El Reda y sobre la posibilidad de que haya concurrido al consultado argentino en el Líbano, puesto que su esposa, Silvia Sain, es de nacionalidad argentina.

Ambas capturas habían sido solicitadas por el fallecido fiscal Alberto Nisman años atrás y ahora es reiterada por los nuevos titulares de la Unidad Amia tras ver por televisión el encuentro entre Malcorra y el primer ministro libanés.

La Unidad Amia ya libró un oficio a la Cancillería para saber si en el encuentro entre Malcorra y Salam estaba en agenda el tema Amia: la respuesta fue negativa, aunque en el Palacio San Martín aseguraron que lo incluirán en una futura reunión.

La investigación por la voladura de la Amia cuenta con pedido de captura para siete iraníes y dos libaneses, aunque nunca hubo respuesta alguna por parte de las autoridades de ambos países y tampoco se avanzó vía Interpol cuando alguno de ellos se trasladó de un país a otro.

Ésta semana, tras la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se identificó a la víctima 85 del atentado que tuvo lugar en julio de 1994: se trata de Augusto Daniel Jesús, hijo de María Lourdes, y quien concurría junto a su madre a un curso de enfermería en la Amia en ese momento.

Ahora, los fiscales se aprestan junto al Eaaf a identificar a otras posibles víctimas e, incluso, al presunto conductor suicida: para ello se cotejarán los varios ADN con el que pueda surgir del levantamiento de rastros de partes de la traffic (torpedo y pedalera) presuntamente utilizada como coche bomba.

Por otra parte, los fiscales intentan lograr una reconstrucción de la escena del crimen a través del lugar donde aparecieron las víctimas tras la explosión, así como las partes de la traffic.

En los últimos días, los fiscales incorporaron al expediente filmaciones de las autopsias hechas por Osvaldo Raffo sobre algunos de los cuerpos, algo que nunca se había hecho hasta ahora, ya que el material fílmico fue hallado en los archivos de la ex Side.