Ante el presidente Mauricio Macri y con alusiones directas al año electoral, el arzobispo porteño, Mario Poli, subrayó hoy que es «el momento de ir hacia un gran pacto nacional con mirada amplia y generosa, que no sea funcional ni coyuntural».

«La alternancia en el poder ha sido una nota distintiva, aunque permanecen en el tiempo cuestiones de Estado sin resolver. No será el momento de ir hacia un gran pacto nacional con mirada amplia y generosa, que no sea funcional ni coyuntural, dejando de lado mezquinos intereses sectoriales? Se trata de una propuesta superadora de todo partidismo y fracción, con la conciencia de que la unidad prevalece sobre el conflicto», sostuvo el prelado en la Catedral Metropolitana.

Durante su homilía en el tedeum por el 25 de Mayo, el cardenal primado de la Argentina consideró que debe hacer «un gran pacto de honor capaz de una dirigencia que transmita esperanza objetiva al pueblo». En ese marco, el prelado subrayó que «la realidad es más importante que la idea, el todo es más que la parte», ante lo cual reclamó «una propuesta que convoque a los principales actores de la política, que sean capaces de generar una cultura del encuentro con inteligencia, creatividad e imaginación, reunidos en una mesa de diálogo que acentúe las coincidencias y no tanto las diferencias».

Asimismo, Poli recordó que su antecesor, Jorge Bergoglio, decía «el poder sólo tiene sentido si está al servicio del bien común» y destacó que «la buena política respeta y promueve los derechos humanos fundamentales».

Analizando el año electoral, el cardenal primado de la Argentina indicó que «se habla de estrategias, armados, frentes, nuevos espacios con conocidos dirigentes» y se quejó de que aparecen las empresas de sondeos que «comunican y crean subjetividades, denostando y descalificando a las mujeres y hombres públicos de un lado y otro, sembrando dudas sobre su moralidad y capacidad para el cargo que aspiran».

«No pocas veces sus impactos mediáticos logran instalar confusión y desaliento», lamentó el arzobispo porteño. A modo de cierre, Poli destacó: «Nos espera la ardua, desafiante y apasionante tarea de encontrarnos como hermanos para asumir la nación por construir. Hay mucha gente que reza por la Patria y que la quiere bien».

Por su parte, el jefe de Estado elevó una oración: «Señor, has de nosotros instrumentos de la Paz. Donde hay odio pongamos amor; donde hay ofensa pongamos perdón; donde hay discordia pongamos unión; donde hay duda pongamos fe; donde hay desesperación pongamos esperanza; donde hay tinieblas pongamos la luz».