Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

El político y escritor Julio Barbaro, analizó el impacto de la pandemia de coronavirus en el orden internacional, y aventuró que nada de lo que conocemos se continuará tal cual se ve transcurrir por estos días. Un imponderable, no querido y menos convocado, recorre la fisonomía terrestre y amenaza a los ideólogos del neoliberalismo que esculpieron una sociedad que con sus negocios, no la hizo mejor.

En diálogo con Conclusión, Bárbaro señaló respecto del discurso del primer mandatario en el que convocó a una cuarentena a todos los argentinos, que «el presidente Alberto Fernández está a la altura de la circunstancia, y en esto hay un consenso generalizado, Argentina olvido la grieta frente al riesgo de la vida, esto es importante, es un gesto de madurez. El presidente sintetiza muy bien, y la oposición también, es decir, cumplen todos su papel con madurez».

¿Y a la sociedad cómo la ve ante esta nueva realidad que irrumpe en lo anímico y lo material?

-La sociedad tiene una división clara, están aquellos que podemos estar en cuarentena porque no vivimos del día a día y están aquellos -el 30% de la sociedad- que viven de lo que ganan diariamente y a esa gente hay que apoyarla mucho. No somos Europa donde el ciento por ciento está cubierto en lo cotidiano.

-¿Ve a los argentinos consustanciados con el mensaje que esta dando el gobierno, mas allá de algunas singularidades que toda sociedad tiene por no comprender la magnitud de la crisis?

-Nosotros siempre tuvimos conflictos nacionales, ante los cuales la división y la grieta constituían la única salida, hoy tenemos un conflicto universal. Y en este sentido no hay posibilidad de generar una visión alternativa. O salir del equilibrio que maneja y exige la gran mayoría. Respecto del mundo, el continente no fue el mas dañado. Lo dijo el presidente en su discurso. Y en esto no tenemos disidentes.

-Resentido el contexto internacional por la pandemia, da lugar a pensar que post coronavirus las medidas que se venían tomando deben ser otras, cuando el Estado irrumpe como el gran protagonista…

-La globalización de los negocios terminó enfrentada con la globalización de la enfermedad, este es el tema real. La globalización no mejoro la situación del mundo por los negocios que invento. Tonemos hoy una reivindicación del Estado que se da en todo el orbe. Desde Trump en Estados Unidos y Europa, donde se impone la necesidad del gobierno sobre el negocio de las empresas, se agrega el hecho de que en la pandemia la medicina privada muestra su debilidad. Creo que las grandes estructuras como Inglaterra y Francia tienen medicina estatal.

-¿El antiestatismo cerril tiene certificado de defunción?

-El anti-estatismo murió frente a la globalización de los negocios, los Estados recuperaron vitalidad y las naciones razón de ser.

-¿Hay un antes y un después luego del coronavirus para la comunidad internacional, como repensar esa nueva situación?

-Está claro que las torres gemelas o la crisis de 2008 fueron un momento de quiebre para el mundo, un pensador francés decía que el gobierno chino había perdido el exitismo económico, pero nada de la solidez de su poder. El mundo plantea hoy una situación clara donde los Estados se imponen a la idea de la internacional de los negocios. Esta era la gran pulseada que tenia la humanidad y que la pandemia le entre al Estado la totalidad del poder. Francia determina que las grades empresas no pueden ser vendidas a capitales extranjeros, vuelve la idea de Nación, la idea de identidad y vuelve la cultura a imponerse sobre el negocio.

-¿Ya nada será igual?

-En este sentido ya no se vuelve atrás.