En el marco del Congreso Nacional de la Juventud Sindical Metalúrgica peronista bajo la consigna por la unidad del movimiento obrero y en defensa de los puestos de trabajo, el secretario general a nivel nacional, Antonio Caló visitó el Camping de la Unión Obreros Metalúrgicos donde se realizaron múltiples actividades relacionadas a las problemáticas que atraviesan a los trabajadores.

En los distintos módulos trabajaron la formación gremial, adicción a las drogas, situación social, trabajo y producción, política social y también tuvo una participación especial la Secretaría de la Mujer. Del encuentro participaron alrededor de 300 delegados de Santa Fe, Capital Federal, Paraná y Gran Buenos Aires.

En diálogo con Conclusión, Antonio Caló manifestó que “fui convocado por la mesa de la Juventud Sindical Peronista para hablar de todas las situaciones que pueden atravesar a todos los trabajadores en la actividad y distintas problemáticas”.

“Los graves problemas que atraviesa el país recién empiezan, estos seis meses los metalúrgicos la vamos a pasar mal, porque fabricamos cosas que no son necesarias. Hoy en día nadie va a cambiar una heladera, un celular y nos vamos a quedar sin trabajo”, aseguró Caló en relación a la difícil situación económica que atraviesa el país.

Con ese contexto, Caló afirmó que “ninguno se salva, la gente no tiene para comer”, y agregó que “no es gente que vivieron en la calle toda la vida, es gente que se quedó sin trabajo”.

El líder de los metalúrgicos expresó que “tratamos de ayudar a todos los compañeros que se quedaron sin trabajo, pero la solución es trabajar”. Y sentenció “el gobierno se equivocó con la política que implementó”.

En relación a las críticas sobre la pérdida de “31 mil millones de pesos por el paro”, aseguró que “también se fugaron 25 mil millones de dolares y no fueron los trabajadores”, haciendo clara referencia a la fuga de capitales durante la gestión de Cambiemos.

Además remarcó que el error “está en que el Gobierno se equivocó con la política económica, no puede ser que se pague 60 por ciento de interés a la plata, porque nadie invierte, porque vale más la plata que el trabajo”.

En consecuencia, los empresarios, los mercados trajeron la plata la pusieron al 60 por ciento, vieron que esto tambaleaba, compraron dólares y se los llevaron afuera. Entonces ahora el Gobierno está contento porque el FMI le prestó la plata para pagarle a los usureros que se llevaron la plata”.

Para graficar la realidad que vive el sector, Caló aseguró que “en 2015 la UOM tenía 240 mil trabajadores afiliados, hoy tenemos 190 mil con el peligro de 10 mil compañeros suspendidos que pueden llegar a ser desocupados”.

Por su parte, Antonio Donello, secretario general de la filial Rosario, compartió la historia de una familia que atravesada por la crisis tomó medidas drásticas para poder paliar la situación. Como consecuencia de la crisis económica una familia debió repartirse en la casa de sus respectivos padres porque no podían soportar la carga del costo de alquiler y aumento de tarifas.

Donello expresó que “un matrimonio y sus hijos debieron separarse, el hombre se fue a vivir a la casa de sus padres y la mujer con los hijos a la casa de los suyos, por no poder afrontar los gastos de alquiler y las altas tarifas”.

Y aseguró que “esto es consecuencia de que cada vez se va licuando más el salario”, aunque aseguró que “lo peor es quedarse sin trabajo”, a la vez insistió en que “el Gobierno debe cambiar el rumbo”.