Comenzó esta madrugada en todo el país el cese de comercialización de hacienda en pie, granos y productos de las economías regionales y la lechería convocado por la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro.

Las entidades convocantes del paro, que está previsto hasta el viernes 13 inclusive, brindarán a partir de las 12 una conferencia de prensa para explicar los alcances del cese de comercialización y la adhesión a la protesta. El encuentro será en el salón Fano de La Sociedad Rural Argentina, en su sede de la calle Florida 460 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

«La medida se enmarca dentro de las acciones gremiales que las entidades rurales vienen anunciando en rechazo a las políticas agropecuarias que el Gobierno nacional lleva adelante y que han provocado una situación crítica para todos los sectores productivos del país», informaron los organizadores.

Por su parte, los productores se anticiparon al paro ya que este martes se vendieron 15.899 cabezas en el Mercado de Liniers, una cifra muy superior a la registrada el lunes pasado cuando se operaron 7.782 animales en función del paro agropecuario que comenzaba hoy miércoles.

Según el sitio web Infocampo, se trata de una cifra que duplica los ingresos habituales para un lunes y que los precios registraron leves bajas.

De esta manera, la categoría con mayor volumen de operaciones fue la vaca buena con 1.962 ejemplares comercializados que registró un precio promedio de 13 pesos y un máximo de 14 pesos el kilo.

Con relación a la la hacienda liviana, los novillitos buenos de 351/390 kilos, unas 1.718 cabezas, se vendieron a un precio promedio de 18,20 pesos el kilo y un tope medio de 19,60 pesos el kilo.

En la víspera la polémica estuvo centrada en la no participación de la Federación Agraria Argentina en el cese de comercialización de 72 horas, a pesar de que tradicionales dirigentes y muchas bases de la FAA adherirán al paro, según pudo saber Noticias Argentinas.

Por su parte, la entidad que preside Omar Príncipe reclamó la aplicación de retenciones segmentadas para oxigenar a los pequeños y medianos productores agrícolas.

Además sugirió que de no tocarse las retenciones se podría avanzar en un «cambio del mínimo no imponible» del impuesto a las Ganancias para diferenciarlos tributariamente de los grandes operadores del sector.

«No vamos al paro, pero esto no quiere decir que nos abrimos de la Mesa de Enlace o dejamos de reclamar lo que consideramos indispensable: las políticas públicas diferenciadas para los pequeños y medianos chacareros», afirmó.