*Por Julia Irigoitia, concejala rosarina del Frente de Todos

Para quienes concebimos el trabajo como el ordenador de la vida individual y comunitaria, este 1 de mayo llega en un contexto político y social sumamente sensible. Si algo caracteriza la situación actual es la ambigüedad.

La recuperación del trabajo formal en el sector privado hizo que enero mostrara el registro más alto desde 2009. Sin embargo, buena parte de los trabajadores registrados se encuentran por debajo del umbral de pobreza, y un porcentaje significativo de los nuevos empleos se dieron en el sector público, monotributistas e informales. Se trata de una situación inédita para el país, y nos exige afinar al máximo el diagnóstico: sin comprender con precisión lo que sucede, será muy difícil encontrar soluciones duraderas.

En este contexto, se vuelve indispensable repasar cómo estamos a nivel provincial y local. Desde la asunción de Omar Perotti la decisión fue retomar un camino que la provincia había abandonado.

Por un lado, el gobierno desplegó una serie de políticas que favorecieron de manera directa a las personas trabajadoras, resultaron determinantes para sostener la actividad durante los peores momentos de la pandemia y, más tarde, convertir a Santa Fe en el motor de la recuperación. Se trata de una concepción que busca resaltar el perfil santafesino productivista y que tiene a Rosario como un polo innovador y pujante.

Otras medidas fueron cruciales para defender la capacidad de consumo afectada por los empellones inflacionarios. Tanto Billetera Santa Fe como el Boleto Educativo Gratuito son muestras efectivas de decisiones con repercusiones directas sobre la vida cotidiana de las familias trabajadoras.

En materia de obra pública, la vocación del gobierno provincial fue la concreción de obras que permanecieran y aportaran a un salto de calidad en la infraestructura provincial. En Rosario, el avance del gasoducto será determinante en un momento donde la cuestión energética se vuelve crucial. Estamos en una ciudad que es epicentro de uno de los polos agroindustriales más importantes del continente y que, cada vez más, se consolida como una referencia en desarrollo científico-tecnológico.

Más y mejor trabajo

Mediante la combinación de distintos programas, en la provincia recuperamos el empleo registrado que se había perdido, no solo durante la pandemia, sino también en el 2018 y 2019. El mayor crecimiento se produjo en el sector de la industria y la construcción, en los cuales la inserción laboral se apuntaló con políticas como el programa Primer Empleo, que logró generar, mejorar y sostener puestos de trabajo. A la fecha, más de 2500 jóvenes tuvieron su primera experiencia laboral en 600 empresas de todo el territorio provincial. Estamos convencidos de que un chico más en la fábrica es un chico menos en la calle.

Con el programa Santa Fe Capacita, más de 30.000 personas se vienen formando de manera gratuita y adquiriendo mejores competencias para el mercado laboral en distintos sectores. Recuperar las capacidades de nuestros trabajadores y trabajadoras es contribuir a impulsar la productividad necesaria para un crecimiento sostenible que nos dé estabilidad.

En todo esto, la industria rosarina cobra gran protagonismo y coloca a nuestra ciudad en el centro de una altísima densidad industrial, con más de 3.200 establecimientos, un 4 por ciento del total. Una Rosario con fábricas es una realidad posible, y nuestro desafío es lograr más y mejores interrelaciones entre los sectores, generar redes dinámicas de aprovisionamiento y potenciar la integración de un tejido productivo con mucha creatividad y fortalezas.

De acuerdo con el Censo Nacional Económico 2020/2021, Santa Fe es la tercera jurisdicción con mayor cantidad de unidades productoras de bienes y servicios. Y si se mide la densidad empresarial, la provincia aparece en segundo lugar, con 8.512 establecimientos por cada millón de habitantes. Las principales actividades son comercio y transporte (24,4%), agricultura (15,9%), industria (12,3%), servicios inmobiliarios y empresariales (14,6%) y otros servicios (25,6%). Este es el camino para recuperar el sentido industrial de Rosario y lograr una integración metropolitana guiada por el vector productivo.

Las oportunidades son inmensas, y la decisión del gobernador Omar Perotti fue abordar las demandas específicas de los distintos sectores, desde los oficios tradicionales hasta las propuestas innovadoras de la industria 4.0. Es un momento histórico que exige acompañar la inserción laboral desde la capacitación y la experiencia concreta como un mecanismo para reforzar las múltiples competitividades de nuestras empresas. Eso es lo que permitirá un impacto directo e inmediato para generar más y mejor trabajo, más y mejor convivencia, más y mejor seguridad.

Los números son buenos porque existe un proyecto político que prioriza la reactivación productiva. Pero no son suficientes. Son muchos los desafíos que tenemos por delante para seguir promoviendo la producción y el trabajo, haciendo de Rosario un núcleo dinámico integrado a una provincia que exprese su liderazgo desde la Región Centro. Necesitamos que Santa Fe siga en este camino de crecimiento sostenido.

Estas fechas sirven para detenernos y evaluar lo andado, y poder trazar, desde la política, un rumbo claro para mejorar la calidad de vida de los y las ciudadanas de nuestra provincia y ciudad. La apuesta es profundizar las sinergias entre el sector público y privado para construir alianzas que permitan un mejor intercambio de información, más facilidades burocráticas y una coordinación efectiva entre el mundo del Estado y el mundo de la empresa.

No creemos en antagonismos irreductibles que son una simplificación útil para el espectáculo mediático y electoral. Sabemos que los problemas son complejos, y por eso queremos abordarlos de forma seria y prudente, interpretándolos con rigor y proponiendo soluciones realistas. Nuestra vocación es construir una comunidad que apueste al trabajo y, para eso, necesitamos que la política sea un instrumento de acercamiento entre partes y superación de diferencias.

Estos tres años de gestión provincial demuestran que es posible y que Santa Fe tiene mucho para dar en la salida de la crisis. Queremos que Rosario también se sume a ese camino y tengamos en la ciudad un gobierno municipal que sea aliado estratégico para la inserción laboral y el desarrollo productivo. Eso será, en definitiva, lo que permita ordenar la vida individual y comunitaria.