Al iniciar el último año al frente del Gobierno, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó los “11 años y siete meses” de gestiones kirchneristas, criticó a los “secuaces judiciales” y pidió a los precandidatos que cuenten “qué es lo que van a hacer”.

“En estos tiempos de candidaturas y de campaña me gustaría decirle a todos, a propios, extraños y ajenos, que las candidaturas son algo más que una foto, un color, son algo más que bonitas palabras”, sostuvo la jefa de Estado desde la Casa Rosada, rodeada de los principales precandidatos del Frente para la Victoria.

Para dejar en claro que el mensaje también iba puertas adentro del kirchnerismo, la mandataria precisó: “Necesitamos que todos sean claros, no basta tampoco sacarse una foto conmigo, o decir que soy buena o que soy mala”.

Como consecuencia de la tormenta, Cristina debió hablar desde el Salón de las Mujeres, a donde se vio amontonados a los miembros del Gabinete, gobernadores y precandidatos a sucederla. Entre ellos estaba el vicepresidente Amado Boudou, quien fue ubicado en un lugar privilegiado y muy cercano a la mandataria, a pocos días de que el juez federal Claudio Bonadío decidiera enviarlo a juicio oral y público por la compra de un auto con documentación irregular.

Finalmente, y para terminar bailando al ritmo del “Bombón asesino”, la Presidenta salió al escenario de la Plaza de Mayo y reanudó su férrea defensa del Gobierno más allá “de los errores y de los aciertos”.

Antes de criticar, la presidenta Cristina Kirchner aclaró que no lo iba a hacer contra “la Justicia”, sino que era contra “ciertos sectores del Poder Judicial”.

“Leí en un diario que decían que yo iba a criticar a la Justicia hoy. Voy a corregir. A la Justicia no se la puede criticar, es un valor. En todo caso hay que referirse al Poder Judicial, pero no a todo”, señaló la mandataria, para luego defender a su ministro de Justicia, Julio Alak, tras ser citado a indagatoria por su gestión en Aerolíneas Argentinas.

En ese sentido, Cristina criticó: “Nunca un fiscal o juez procesó o llamó a uno de los vaciadores de Aerolíneas. Fue la Justicia española la que los juzgó y condenó”.

“Esta persecución también es para miembros dentro del propio poder”, señaló, al tiempo que agregó: “No es cierto que el Poder Judicial sea corporativo, sino defendería a todos. Parece que sólo defiende a ciertas personas”.

Acerca de la convocatoria al ministro de Justicia, la presidenta recordó que fue “minutos antes” de que la Cámara de Diputados tratara el proyecto de reforma del Código Procesal Penal: “Tal vez para intimidar a los diputados o a mí, lo llamaron a indagatoria a él”.

A pesar de sus críticas, la mandataria no hizo alusión a la situación judicial del vicepresidente Amado Boudou, quien fue enviado a juicio oral esta semana en la causa que investiga la compra de un vehículo en 1993 con documentación irregular.

En el comienzo de su último año de gestión, la presidenta arremetió contra la oposición, a la que tildó como “un Shopping” en alusión a la cantidad de precandidatos.

“Me gustaría que nos explicaran tantos proyectos, porque hay tantos como si el país fuera un shopping. Pero a lo largo de estos años ha habido dos proyectos de país. Y ojo, no es sectarismo, no es discurso único. Es saber un poco de historia, nada más”, destacó la mandataria.

En ese sentido, Cristina pidió que “expliquen” su proyecto: “Nos gustaría que nos contaran los otros qué es lo que van a hacer, pero no con palabras, ni con slogans, sino con números, proyectos, realidades, porque muchos de ellos están gestionando”.

“Necesitamos hombres y mujeres identificados con proyectos colectivos. Lo necesita la democracia, porque cuando la sociedad deposita las esperanzas en una urna y luego es defraudada, el daño que se hace es inconmensurable”, agregó, para concluir: “Los proyectos individuales no sirven, no le sirven a nadie”.