El conflicto desatado por la solicitud de la multinacional Carrefour de ingresar en un Proceso Preventivo de Crisis que pondría en riesgo miles de empleos en todo el país pareciera ir desembocando en nuevos acuerdos.

Es que el gigante del supermercadismo habría llegado a un acuerdo con representantes de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) y funcionarios del Gobierno, lo cual sería anunciado esta tarde.

Se espera que para comunicarlo diga presente el presidente Mauricio Macri o en su defecto funcionarios de alto rango ministerial. La sede sería Casa Rosada, la Quinta de Olivos o el Ministerio de Trabajo de la Nación, lo cual aún no se definió.

Días atrás, desde todas las partes fatigaban intentos de acercar las posiciones.

“La empresa debió dar marcha atrás respecto de su pretensión de producir unos tres mil retiros voluntarios. Se producirán de forma aproximada unos mil, con una indemnización del 150 por ciento por cada trabajador que decida inscribirse”, señalaron los voceros.

“No aceptaremos que la empresa nos entregue una lista de quienes deben sumarse al plan de retiros voluntarios”, sostuvo Mario Amado, delegado de la sucursal Warnes de la cadena Carrefour, que hace ya dos semanas presentó en Trabajo el procedimiento preventivo de crisis.

La cadena supermercadista también convino que permanezcan abiertos los locales barriales y, a cambio, solo cerrarían algunos alquilados que no funcionen de manera comercial, aunque los trabajadores serán distribuidos en el resto de sus bocas.

Las fuentes gremiales también indicaron que habría acuerdo respecto de la reconversión de los hipermercados mayoristas para adaptarlos a los nuevos hábitos de consumo del cliente, recuperando de esa forma la elaboración de la línea de productos frescos.