El presidente de la Asociación de Carnicerías de la Capital Federal, Alberto Williams, aseguró que cayó la demanda del producto. “Practicamente no hay ventas”, afirmó. Y señaló que el ingreso de «poca hacienda» en Liniers es el factor que impulsa al alza del precio.

«Un kilo de asado puede valer 240 pesos y dos kilos son 500 pesos, ¿Quién puede consumir?», advirtió el referente de los carniceros en diálogo con radio Mitre.

Williams indicó que el precio de la carne está «aumentando más en Liniers que en las carnicerías», y vaticinó que «en Liniers terminará quedando entre los 7,50 y 7,70 pesos, y es que van a tratar de estabilizar en estos días».

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El dirigente apuntó que para el 20 de diciembre la media res se pagaba 106 pesos el kilo «hoy estamos pagando 145 pesos, y después él tiene que poner su margen de utilidad». De esta forma el referente señaló que el incremento a la fecha acumula más de un 30%, aumento que calificó de «disparate».

Además explicó que ante la apertura de las exportaciones, el consumo local se ve afectado. Al mismo tiempo señaló que de la mano de la suba del precio de la carne, lo hacen también los productos sustitutos.

«Arrastra todo. Ya subió el pollo. El cerdo, lo traemos de afuera y cuánto vale un kilo de bondiola, 240 o 250 pesos, lo mismo que el asado», concluyó.