El barrio porteño de Once encabeza el «ránking» de la venta clandestina en CABA, y por ese motivo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) sobrevoló con un drone las calles más afectadas por esa actividad, con el fin de «poner en evidencia la ocupación del espacio público y la competencia desleal».

Según Came, la principal característica de esta zona de la Ciudad es que «los manteros trabajan día y noche y ocupan una impresionante extensión de más de diez cuadras, siendo éste el barrio donde la usurpación de las veredas se expande por más metros».

​De acuerdo con el último relevamiento realizado por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), Once encabeza el ránking de venta ilegal en la Ciudad, con un total de 1660 manteros y 1765 puestos en «saladitas», registrados en julio último.

Por esta razón, Came recorrió con un drone la Avenida Pueyrredón, desde su intersección con la Avenida Corrientes hasta Avenida Rivadavia, pasando por la estación de tren y Corrientes desde Pueyrredón hasta Pasteur.

«El objetivo fue poner en evidencia la ocupación del espacio público y la competencia desleal que desde hace años afectan a los locales comerciales», resaltó la entidad empresaria, en un comunicado.

Según el presidente de Cadmira, Vicente Lourenzo «se puede visualizar que hay una organización detrás de los puesteros, que les provee las mercaderías para la venta».

Por ese motivo, las asociaciones de comerciantes de Flores, Caballito, Liniers, San Telmo y Once ya pidieron que se declare la emergencia del espacio público y que, en ese sentido, se cree una Comisión Especial integrada por los Ministerios del Interior y Trabajo de la Nación, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, AFIP, Aduana, Policía Federal y Metropolitana para que actúen en conjunto para erradicar la venta ilegal.

«Esta actividad involucra a mafias organizadas que desarrollan un sistema de trabajo esclavo, trata de personas en talleres clandestinos, fraude marcario, contrabando, robo y piratería de mercadería, problemas fronterizos, competencia desleal, narcotráfico y corrupción, entre otros delitos, movilizando millones de pesos informalmente, que se traducen en menos ingresos tributarios», concluyó Came.