La Corte de apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York falló nuevamente a favor de la Argentina, en el marco de la disputa con los fondos buitre. El tribunal rechazó con el voto de todos sus miembros la decisión del juez Thomas Griesa de extender los reclamos por daños y perjuicios.

El tribunal dijo que Griesa erró al extender una acción colectiva de tenedores de bonos en euros para cubrir a inversores que tenían los bonos en cualquier momento, no solo por un período continuo definido.

El juez Griesa, había dado lugar a que todos aquellos tenedores de bonos argentinos en euros en cesación de pagos desde 2002 se puedan presentar como partícipes de la demanda contra el país por más que se hayan desprendido de esos títulos en el mercado financiero.

La Corte de apelaciones  dijo que Griesa extendió «inapropiadamente» la demanda colectiva de tenedores de deuda impaga de bonos en euros a cualquier inversor que posea esos papeles, en lugar de circunscribirla a aquellos que aún los tienen en su poder.

La corte ordenó a Griesa encontrar antecedentes específicos sobre cuáles son los tenedores que tienen derecho a cobrar por daños y cuánto o que, de otro modo, considere los daños de manera individual.

Algunos acreedores intentaron resarcirse en grupo en trece acciones colectivas, pero los fallos de Griesa han sido revertidos al menos ya en nueve ocasiones.

El juez de circuito Richard Wesley dijo que la decisión marcó la cuarta vez que la corte de apelaciones revisó, y rechazó, los métodos de Griesa para calcular los daños o definir clases de tenedores de bonos.

Dijo que la última expansión habría hecho muy difícil determinar quién pertenecía a la clase porque los bonos se negocian frecuentemente y porque algunos inversores podrían optar por «quedarse afuera», o no unirse, a cualquier acción colectiva.

«Definir la clase precisa a la que Argentina debe daños por su rechazo a cumplir sus obligaciones de pagos de bonos y calcular esos daños han demostrado ser tareas exasperantes», escribió Wesley.

«Estamos muy satisfechos con el fallo de la corte», dijo Carmine Boccuzzi, un abogado de Argentina, en una entrevista.

«El segundo circuito deja en claro que los demandantes no pueden usar el mecanismo de clase para evitar su obligación de demostrar los daños reales», señaló.