Más de la mitad de las personas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires disminuyeron las raciones de comida durante el último año. Y casi el mismo porcentaje de los ciudadanos manifiesta que está en peligro de perder el trabajo. La dramática situación también se da en Capital Federal, donde la mitad de las personas cree que pueden perder el trabajo a la brevedad.

Por su parte, en la zona sur del Conurbano Bonaerense, un 35% de los consultados dice que alguien de su familia pasó momentos de hambre porque en el hogar no había dinero para comprar la comida suficiente.

Los datos son relevados por el Centro de Estudios Metropolitanos, una equipo interuniversitario conformado por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, la Universidad Nacional Arturo Jauretche y la Universidad Nacional de Hurlingham.

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El MCS se propone medir de manera periódica la situación social en Capital Federal y provincia de Buenos Aires específicamente, percepción y experiencia de niveles de inseguridad social.

El estudio está compuesto por siete indicadores de inseguridades (económica, alimenticia, laboral, sanitaria, habitacional, educativa y en transporte). Se basa en una investigación de opinión pública a partir de entrevistas telefónicas a teléfonos fijos. Para este informe se consultaron a 1524 casos y la muestra se tomó entre el 8 y el 14 de septiembre de 2018.

Laboral

El 56% de las personas considera que su situación laboral empeoró respecto del año pasado. Este porcentaje crece desde octubre de 2017 y en septiembre de 2018 alcanzó su máximo histórico. Menos del 20% cree que su situación laboral mejoró.

La proporción de personas que reconoce que su ingreso no le alcanza es del 62% en septiembre. Un nuevo máximo en la serie. Solo el 32% responde que tiene ingresos suficientes. Este es el valor mínimo registrado en esa categoría.

La proporción de personas que reconoce que alguien de su hogar perdió el trabajo alcanza el 40%. Se mantiene estable el porcentaje de población que no perdió su fuente laboral.

Económico

Se mantiene en un 10% la cantidad de personas opina que la situación económica del país es buena o muy buena. Más del 65% de los habitantes admiten que es mala o muy mala.

La evaluación de la situación económica personal en relación al año anterior sufrió un deterioro importante. En octubre de 2017 un 37% consideraba que era «Mala” o “Muy mala”. En la última medición ese porcentaje se ubicó en su máximo histórico al llegar al 61%.

La evaluación de la situación económica personal en relación al año anterior sufrió un deterioro importante. En octubre de 2017 un 37% consideraba que era «Mala” o “Muy mala”. En la última medición ese porcentaje se ubicó en su máximo histórico al llegar al 61%.

Alimentario

La proporción de personas que redujo la porción de sus comidas por razones económicas superó la mitad de la población. Alcanzó un nuevo máximo llegando al 55%

El porcentaje de personas que reconoce que alguien de su hogar sufrió hambre por razones económicas sube a un 35%. Casi duplica los indicadores de octubre de 2017.

Si bien se observa una baja de 7 puntos porcentuales, un 67% admite haber limitado la compra de productos. El máximo histórico se registró en la medición de junio al llegar a un 74%. El porcentaje de personas que cambió las marcas de productosa unas más baratas llega al 73%.