La petrolera controlada por el Estado, YPF, confirmó hoy que dará de baja unos 33 equipos de producción en la Patagonia que estaban en suspenso desde febrero. La medida afecta a unos 1.700 trabajadores de las empresas tercerizadas de servicios. 

En febrero, la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) implementó en la provincia de Neuquén un Plan
Preventivo de Crisis en el marco de un acuerdo con la industria y el ministerio de Trabajo que conduce Jorge Triaca.

Durante ese período, aproximadamente unos 1.700 trabajadores de las empresas que prestan servicios a YPF mantuvieron sus puestos de trabajo sin carga laboral efectiva cobrando el 50% de los salarios.

Ese procedimiento finalizó formalmente en julio pasado, aunque luego se continuó incorporando personal al mismo pero ahora, fuentes de YPF dijeron  que «el costo de mantener la fuerza laboral ociosa no se puede sostener en el tiempo».

Asimismo, sostuvieron que tampoco se pueden sostener las situaciones con empresas «contratistas que se ubican muy por debajo de los estándares que YPF requiere actualmente».

En ese escenario, la compañía con control del Estado decidió avanzar en la adecuación de sus niveles de actividad en la cuenca
neuquina para garantizar la sustentabilidad de su actividad, con la mira puesta en los hidrocarburos no convencionales.

Por esa razón, YPF decidió comunicarle a las empresas de servicios petroleros que prescindirá de reincorporar a los equipos que habían ingresado en «stand by» durante el acuerdo, desde casi comienzos de 2016.

«La decisión busca minimizar el impacto en la economía de las empresas de servicios, distribuyendo la reducción de actividad en
función de los contratos vigentes, las tareas asignadas y su capacidad tecnológica», dijeron desde la compañía.

La baja de los 33 equipos afectará a empresas de servicios involucradas en las actividades de perforación, terminación y pulling; también a compañías de servicios asociados como logística, movimientos de suelos y montaje y soldadura; y a empresas de optimización en O&M.

Por ello, unos 1.700 trabajadores aproximadamente que se encontraban en el Plan Preventivo de Crisis se verían afectados
si las firmas tercerizadas que los emplean no encuentran actividades para sustituir.

Los trabajadores alcanzados por esta decisión pertenecen a los sindicatos de Petroleros Privados y Petroleros Jerárquicos.

«Para el 2017, YPF estima que va a tener 57 equipos activos en la cuenca, un nivel de actividad sostenible que, con las medidas de productividad que se implementarán, permitirá encarar inversiones para el crecimiento de la actividad en la cuenca y en el país», dijeron desde la firma.

YPF ya empezó a comunicarles su decisión a las empresas de servicios petroleros que operan las torres, explicando que esto responde a la situación internacional por la caída del crudo y cuestiones propias de la compañía.

La baja de equipos afectará principalmente a Neuquén, el sur de Mendoza y en menor medida a Río Negro, donde se sostendrá la actividad no convencional.