Enviado especial a Buenos Aires- En el marco de la reunión de la Bicameral de Seguimiento y Control de la Deuda Exterior, que se realizó en el Congreso de la Nación, el ministro Nicolás Dujovne, se encargó de ponderar el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional.

Entre las jerarquizaciones con las que trató de conformar a los legisladores, la que refiere a que se trata de un acuerdo «inédito» en virtud de que «no existe un programa tan grande en la historia del Fondo”, es el que sobresalió, al tiempo que no omitió expresar que se trató de “un reconocimiento al esfuerzo que ha hecho la Argentina”.

Además, el funcionario manifestó que el préstamo stand by de 50 mil millones de dólares, que se obtuvo se debe a que el esfuerzo se «continuará haciendo con un programa sólido y consistente, que está diseñado para que pueda crecer sobre bases permanentes”.

Para el titular de la cartera de Hacienda, “luego de estos meses de volatilidad estamos seguros que la Argentina tomará su rumbo vigoroso de crecimiento, donde las exportaciones siguen mostrando un crecimiento sólido” destacó que “las exportaciones industriales desde 2017 están creciendo por arriba de 10 por ciento».

Entre los puntos que el economista subrayó y sobre los cuales llovieron la dudas y las críticas, el que refiere a las inversiones -que según el ministro crecieron 10%- fue duramente cuestionado por los legisladores. Respecto del crecimiento de las exportaciones, el consumo y el trabajo, también fueron relativizados por las expresiones de senadores y diputados que desmenuzaron cada unos de los temas».

Para Dujovne, desde abril se «conjugaron varios factores que empezaron a perjudicar a nuestra economía y programa económico”, y enumeró que «la sequía se llevó ocho mil millones de dólares de exportaciones de este año, más de 1% del PBI; después una baja muy importante en el precio de la soja; una suba del precio del petróleo que nos impacta de manera determinante, puesto que Argentina perdió su autoabastecimiento energético producto de las políticas erradas; y una suba de la tasa de interés internacional empezó a generar volatilidad en los mercados, apreciación del dólar y salida del fondo de países emergentes”.

En relación al préstamo que extendió el organismo financiero internacional, Dujovne, precisó que se trata de «fondos que vienen a financiar el camino que ya veníamos transitando, un camino de convergencia al equilibrio fiscal y que hemos decido acelerarlo producto del cambio de las condiciones internacionales y no producto de ninguna imposición del Fondo”, y esto representa que se emitirá “menos deuda y para eso tenemos converger más rápido al equilibrio fiscal”.

Sobre las versiones que circularon de que el FMI, ejerció presión para achicar el déficit apelando a la expulsión de agentes del Estado, el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, anunció este martes la pronta publicación de un decreto que ocasionará el congelamiento «por dos años» de los ingresos en el «sector público nacional», debido al programa de «racionalización del empleo» con el que se comprometió con el Fondo.

«Con lo cual el empleo se reduce simplemente por las jubilaciones y la rotación propia de aquellos que salen del sector público para buscar un trabajo en el sector privado. Manteniendo los salarios reales constantes, eso mismo genera el alcance de la meta que nos hemos puesto en términos de gasto salarial para los próximos años», indicó.

En relación a la política energética, sobre la que fue insistentemente interpelado, apuntó que se esta considerando desde el gobierno demorar «las centrales atómicas 4 o 5, qué hacer con eso, sobre todo teniendo en cuenta que producto del cambio de la matriz energética dentro de dos años a la Argentina le va a sobrar gas», señaló.

En esa línea, reveló que «en épocas de escasez en que hay que priorizar la austeridad» también se está «considerando» la continuidad o no de «obras grandes» a las que se considera prioritarias, como los proyectos vinculados a las centrales atómicas 4 y 5 que fueron relativizados en virtud del impulso «que en lo inmediato» se le esta dando al papel que en estos momentos cumplen las centrales termoeléctricas.

El ministro, recalcó que el país será «superavitario en términos energéticos exportadores netos de gas», razón eficiente para que no sea necesario «aumentar la capacidad de producción mediante centrales nucleares que tienen un costo muy alto, o represas hidroeléctricas que pueden ser innecesarias ante la abundancia de gas que Argentina va a tener en poco tiempo».