La distribuidora de electricidad Edesur registró, en los primeros nueve meses de este año, una caída de 7% en sus ingresos por venta de electricidad. Las cifras reflejan que en el período indicado facturó $44.988 millones contra los $48.540 millones que había facturado en el mismo período de 2018. Así lo informó en un comunicado que envió a la Comisión Nacional de Valores y a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Desde la compañía atribuyeron esa caída a “una disminución de la demanda de energía, como resultado del contexto macroeconómico adverso imperante”.

En consecuencia, las ventas de energía disminuyeron 12% en el período enero-septiembre (hasta 11.844 Gwh) “principalmente como resultado del complejo escenario económico”, precisó la empresa que cuenta con 2,5 millones de usuarios en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires y en 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.

Por otro lado, firma controlada por la italiana Enel destacó que las inversiones realizadas en los primeros nueve meses del año, frente a las de enero-septiembre de 2018, crecieron un 52% hasta llegar a $7.899 millones.

Las inversiones, indicó la empresa “se realizaron con el objetivo de mejorar la calidad del servicio con obras destinadas a fortalecer las redes de alta, media y baja tensión”.

El resultado del período, de todos modos, registró en un aumento del 96% (hasta $10.858 millones), mientras el Ebitda (resultado operativo antes de depreciaciones y amortizaciones) subió 116%, hasta los $14.214 millones.

Esos repuntes reflejaron “los ajustes contables no recurrentes, derivados del acuerdo firmado con las autoridades nacionales para la resolución de los asuntos regulatorios pendientes relacionados con el período 2006-2017”, explicó la nota a la Bolsa.

Edesur agregó que ese ajuste, vinculado a la revisión tarifaria integral, “regulariza patrimonialmente los estados financieros de la compañía, pero no ha significado un aporte de caja”.